Aunque se desconoce la cifra exacta de abortos por fuera de la ley en Colombia, según una investigación del instituto Guttmacher, de Estados Unidos, el número de abortos clandestinos en Colombia asciende a  más de 400 mil, de los cuales 93 mil terminan en graves consecuencias para la salud de la mujer.

Con la ayuda de una cámara oculta, Canal Capital recorrió una zona donde se  realizan procedimientos de interrupción voluntaria del embarazo para conocer cómo funciona este negocio en Bogotá.

Una vez llegamos a la zona, logramos identificar a un tarjetero, cuya labor es  ofrecer servicios de ecografías  3d-4d, pruebas de embarazo y hasta servicios para interrumpirlos.

• ¿Necesitan algo en especial?, dice el hombre. 

• ¿Sabe de algún lugar donde me puedan ayudar con un aborto?, pregunta la periodista infiltrada, quien asistió a este lugar en compañía de una amiga.

• ¿Para alguna de las dos? Acá primero hablan con la doctora para que les haga una ecografía  y así les recomiende el método para abortar. Dice el hombre

De inmediato, la supuesta doctora las hizo ingresar a su consultorio en donde efectivamente le realizaron la ecografía, allí se llevó una gran sorpresa. Cabe recordar que la periodista no está embarazada.

• Mami, tienes menos de 4 semanas, está súper pequeño, cuéntame como quieres. Nosotros trabajamos aquí con unas pastas y legrado, ¿cuál te gustaría más?, dijo la doctora.

Aunque le respondió que prefería la opción de pastillas, insistió con el método de legrado.

• El legrado si es 100 % seguro, la garantía es que te sacamos el embarazo y te dejamos limpia, me entiendes… tiene un costo de $300 mil. Dijo.

Una vez salieron del establecimiento, fueron abordadas por otra persona, quien de inmediato las condujo al negocio donde trabaja.

“El aborto solo se demora 5 minuticos y en recuperarse otros 5, es decir, 10 minuticos”, les dijo el que promueve los servicios en ese lugar.

En este lugar, se repitió la historia, le hicieron una ecografía y le ofrecieron métodos de interrupción. Pero antes de revelar los precios, verificaron que tipo de ropa vestía y si era de marca.

• Tan lindo ese pantalón, ¿de dónde es? ¿es Levis?, le preguntaron.

Como si esto no fuera suficiente, Canal Capital buscó en internet y encontró el negocio de la venta de pastillas  a domicilio, el cual usualmente se concreta por Whatsapp.

El afán de concretar un negocio, hace que estas personas dejen a un lado la salud de quienes acuden por el servicio. Cientos de mujeres desconocen las consecuencias de interrumpir su embarazo en estos lugares o bajo estos métodos.

Cabe recordar, que quienes aborten de manera ilegal pueden ir a la cárcel. Jorge Fernando Perdomo, ex fiscal general encargado, explica podría pagar entre 36 meses de prisión en adelante, “es una pena relativamente baja y la misma equivale para el profesional de la salud, que haga esa conducta, esto puede ser agravado en algunos casos”.

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