Reuters

Las personas evacuadas en Estados Unidos debido al paso de Irma regresaban a los Cayos de Florida, devastados por la tormenta, con incontables casas y negocios en ruinas, mientras la cifra de muertos por el huracán se empinaba a 60.

Irma, una de las tormentas más poderosas que se han registrado en el Atlántico, dejó un rastro de 43 fallecidos en su paso por el Caribe y al menos otros 18 en Florida, Georgia y Carolina del Sur. Es el segundo gran ciclón que azota tierra firme durante la actual temporada de huracanes.

El fenómeno tocó tierra en Florida el domingo como huracán de Categoría 4, causando una destrucción de gran alcance por los cayos, la cadena de islas que va desde el extremo suroeste de la Península de Florida hasta el Golfo de México, conectada por una carretera llena de puentes por una ruta de 160 kilómetros.

"No tengo casa. No tengo empleo. No tengo nada", dijo Mercedes Lopez, de 50 años, cuya familia huyó el viernes hacia el norte desde Marathon y pasó la tormenta en un hotel de Orlando, sólo para enterarse de que su casa fue destruida junto con la estación de combustible en la que trabajaba.

Un 25 por ciento de las viviendas resultó destruidas en los cayos, según estimaciones iniciales, dijo el administrador de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés), Brock Long.

Autoridades comenzaron a permitir el retorno de residentes y comerciantes locales a las islas de Cayo Largo, Tavernier e Islamorada el martes. La extensión de la devastación sorprendió a muchos.

"Esperaba que algunas vallas estuvieran caídas y algo de escombros", dijo el traumatólogo de Miami Orlando Morejon, de 51 años, mientras cortaba un árbol que bloqueaba la entrada a su casa en Islamorada.

Varios aeropuertos de Florida, como el de Miami, que habían suspendido las operaciones con pasajeros reanudaban su actividad el martes, pero de forma limitada. Se indicó que ahora se podía cruzar con seguridad los 42 puentes en Monroe, donde se ubican los cayos, según la cuenta oficial del condado en Twitter.

Al final de Islamorada, aproximadamente en el centro de la ruta que conecta los cayos, la policía ordenaba regresar a los residentes que buscaban continuar viajando al sur y sólo permitía el paso de empleados de compañías eléctricas, trabajadores sanitarios y miembros de las agencias de seguridad.

Autoridades prohibieron el reingreso al resto de los cayos para dar tiempo de restablecer los suministros de electricidad, agua y combustible y los servicios médicos. Funcionarios dijeron que 10.000 residentes de los cayos permanecieron en la zona cuando llegó la tormenta y podrían necesitar evacuación.

Unos 5,8 millones de hogares y negocios permanecían sin electricidad en Florida y estados cercanos. La mayor central de Florida dijo que partes occidentales del estado podrían seguir sin servicio hasta el 22 de septiembre.

Si bien Irma provocó daños graves en Florida, estos palidecen frente a la devastación que provocó en partes del Caribe, donde se registró la mayor parte de las muertes. La tormenta destruyó un tercio de los edificios en la parte holandesa de la isla de San Martín, en el Caribe.

Irma azotó Estados Unidos apenas días después de que el huracán Harvey provocara inundaciones sin precedentes en Texas que causaron la muerte de cerca de 60 personas y generaron daños por unos 180.000 millones de dólares.

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