Los altos funcionarios pidieron al Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, la liberación inmediata de todos los presos políticos y el cese de las medidas arbitrarias de inhabilitación de líderes políticos de oposición, así como de las restricciones a su libre circulación.

Así mismo, criticaron las pasadas elecciones en ese país argumentando que hubo irregularidades en los comicios del 15 de octubre. Al tiempo que reafirmaron su decisión de no conocer los actos emanados de la Asamblea Nacional Constituyente.

Por otra parte deploraron que el Gobierno venezolano no permita el acceso a la ayuda internacional para atender las necesidades básicas de la población, particularmente en materia de salud y alimentación.

Según fuentes autorizadas, la desnutrición infantil se ubica en un 11.4%, equivalente a un estado de crisis según estándares mundiales, la deserción escolar en primaria se ha incrementado en un 45%, y la canasta básica aumentó 343% en el último año. En materia de salud, 85% de las personas que requieren medicamentos no logran conseguirlos y enfermedades que hasta el 2014 se creían erradicadas, como la malaria, se han incrementado en 76%.

Ante la crisis solicitaron al Secretario General y al sistema de las Naciones Unidas que contribuyan a atender las violaciones a los derechos humanos.

Finalmente, los cancilleres y líderes y representantes de los países latinoamericanos reafirmaron su compromiso de mantenerse vigilantes sobre la situación en Venezuela.

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