Actualmente circulan por las calles de Bogotá 4.866 buses provisionales, vehículos que pertenecieron al transporte público colectivo, que no cuentan con sistema de pago electrónico, que funcionan con una tarifa 500 pesos más barata que la del SITP y que son de propietarios privados que se niegan ser controlados por el Distrito.

Para estas personas hacer la transición de un bus de transporte público tradicional a un bus del SITP representa mucho dinero, el cual aseguran no tener, además dicen que les trae pocos beneficios, pues no podrían administrar su propio dinero como lo hacen hoy.

“Nosotros financieramente estamos sosteniéndonos. Nos sostenemos porque la gente nos prefiere, porque somos un sistema seguro que pasa cada 7 minutos en hora valle y 3 en hora pico, mientras el SITP puso muchos paraderos pero no llegan los buses”, asegura Alfonso Pérez, presidente de Apetrans.

Según voceros de los buses tradicionales, el cambio de bus provisional al SITP cuesta cerca de 30 millones de pesos, pues hay que pintar el carro de azul, poner la registradora y la silletería de plástico y acondicionarlo para que pase la revisión.

Sin embargo, en el 2012, hubo propietarios que decidieron entregar sus buses para que el SITP pudiera entrar en funcionamiento, quienes hoy aseguran que el Distrito les incumplió con lo pactado, razón que se puso en conocimiento de los entes de control, los cuales hoy están investigando los procedimientos.

“A nosotros como Personería sí nos preocupa el tema de pequeños propietarios desde que no se pudo consolidar la concesión de Coobus y Egobus en la implementación. Esto hizo que el número de pequeños propietarios, que eran 500 buses, tengan una problemática social debido a que a ellos se les dejó de pagar el tema correspondiente a la prestación del servicio en SITP”, agregó Juan Pablo Contreras, personero delegado para coordinación de veedurías.

El tema de chatarrización es otro tema de los que depende esta implementación, pues ya existe un proyecto de decreto que busca reconocer unos pagos con este proceso. En esta medida es importante que inicie lo más pronto posible, pues la vida útil de los buses es de máximo 20 años o de 1,5 millones de kilómetros recorridos y en el 2015 salieron de circulación 21 provisionales, el año pasado 230 y este año van 79.

Pero mientras unos piensan en chatarrización, otros se aprovechan de las demoras en el proceso. En Opina Bogotá se conoció el caso de buses de turismo que estarían siendo disfrazados de provisionales del SITP para poder hacer negocio.

“Los carros de turismo los están pintando como SITP provisional. Ahora encuentra muchos paraderos de carros que funcionan como SITP… hay carros gemeleados con la misma placa, para que si les piden los papeles van a salir legales”, dice Alfonso Pérez, presidente de Apetrans

Se calcula que para sacar de circulación a los buses provisionales, el Distrito tendría que pagar cerca de 900.000 millones de pesos para adquirirlos y, además, lograr que el SITP llegue a las zonas que hoy son cubiertas por el transporte tradicional.

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