Desde este sábado primero de julio comenzará a regir el impuesto relacionado con el consumo de bolsas plásticas en el país. Lo que busca la iniciativa es que las personas sean conscientes acerca del uso de este material y así disminuir el impacto negativo que causa al medio ambiente.
Los artículos 207 y 208 de la Ley 1819 de 2016 establecieron el Impuesto Nacional al Consumo de bolsas plásticas. “A partir del 1 de julio de 2017, estará sujeto al impuesto nacional al consumo, la entrega a cualquier título de bolsas plásticas cuya finalidad sea cargar o llevar productos enajenados por los establecimientos comerciales que las entreguen”.
El impuesto, por unidad de bolsa, parte en un valor de $20 en 2017, luego será de $ 30 en 2018, $40 en 2019 y $50 en 2020. El comprador pagará el impuesto el punto de pago del establecimiento comercial (incluyendo domicilios).
La iniciativa del nuevo Impuesto Nacional al Consumo (INC), es que haya una disminución notoria en la fabricación y distribución de las bolsas plásticas, ya que sus contaminantes afectan el ecosistema marino.
¿Por qué el valor inicial es de $20?
Este valor resultó de estudios y análisis en conjunto con el Ministerio de Hacienda. En la revisión de las experiencias internacionales se evidenció que la elasticidad de la demanda de las bolsas es alta, esto significa que aún frente a una tarifa baja (del impuesto) la reducción en las cantidades de las bolsas demandadas será significativa.
Como alternativa, podrá usar bolsas de material biodegradable o reutilizable como por ejemplo las bolsas de tela, de papel, cajas, etc.
Y ahora, ¿cuáles serán las bolsas adecuadas para empacar la basura?
El objetivo del impuesto es desincentivar el uso de bolsas plásticas que se entregan gratis en los establecimientos comerciales. Las personas podrán seguir comprando las bolsas para sus diferentes usos, las cuales no estarán sujetas al pago del impuesto.
El Ministerio de Ambiente, Fenalco, Acopláticos y el World Wild lIfe Fund (WWF), realizaron la campaña ‘Reembolsa al Planeta’, la cual fue acogida de manera positiva en todo el territorio nacional. Incluso, en más de 127 países este impuesto ya se aplica.
Según un estudio realizado por el WWF y el Ministerio del Medio Ambiente, se estima que un colombiano promedio usa 228 bolsas aproximadamente en el año y 22.176 en vida. Además, reconocieron que en muchas ocasiones no se sabe dónde terminan las bolsas y mucho menos si las reutilizan.
La pretensión es que el dinero recaudado por el impuesto se destine a realizar obras ambientales y ayudar de ese modo a la conservación del planeta, al mismo tiempo que la ciudadanía se educa.
La invitación es a hacer un uso responsable del plástico y explorar otras alternativas para evitar a toda costa contaminar el ecosistema.

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