El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, anunció este lunes que el Distrito aseguró los recursos que permitirán limpiar el Río Bogotá y que esta será la más importante obra en materia ambiental en Colombia en los últimos años.

El Río Bogotá está altamente contaminado debido a las actividades agrícolas que afectan su ecosistema, por la mala disposición de residuos sólidos, por los vertimientos directos de aguas residuales domésticas y vertimientos clandestinos realizados por las curtiembres y otras industrias.

Anteriormente se habían llevado a cabo esfuerzos para recuperar el río Bogotá, sin embargo estos no fueron suficientes, por eso esta administración, de la Corporación Autónoma Regional (CAR) y de la gobernación de Cundinamarca, se ha volcado para superar el deterioro del río y convertirlo en una fuente limpia, viva y agradable.

El plan consiste en limpiar el 100% de las aguas residuales de Bogotá. Si bien ya existe la planta de tratamiento Salitre, que se encarga de limpiar el 30% de las aguas residuales de la ciudad, el 70% restante se hará mediante una nueva Planta de Tratamiento de Aguas Residuales denominada Canoas que será contratada en esta administración y que además tratará el 100% de las aguas residuales del municipio de Soacha.

Después de varios años de discusión y análisis sobre las posibles alternativas de recuperación y saneamiento del río Bogotá, esta administración logró alcanzar el acuerdo para financiar la construcción de la planta Canoas que tiene un costo de 4,5 billones de pesos.

Para el desarrollo de esta obra, hoy, el Distrito Capital, la Gobernación y la CAR han definido el cierre financiero, con aportes de 2,94 billones por parte del Distrito (64,4%), 1,5 billones por parte de la CAR (33,33%), y 61 mil millones de la Gobernación (1,35%).

La nueva planta que se construirá para sanear el río Bogotá será en Soacha, en un predio adquirido en la primera administración Peñalosa por un valor de 29 mil millones.
Esta obra tendrá un plazo de ejecución de 5 años, proyectándose su puesta en operación en el año 2024.

Con esta obra se logrará el saneamiento de las cuencas Fucha, Tunjuelo, Tintal y del municipio de Soacha, beneficiando aproximadamente a 7,3 millones de habitantes, ubicados en las localidades de Santafé, San Cristóbal, Usme, Candelaria, Rafael Uribe, Fontibón, Kennedy, Bosa, Puente Aranda, Mártires, Tunjuelito, Antonio Nariño.

La primera planta (Salitre) fue construida y puesta en operación en la primera administración de Enrique Peñalosa con una inversión de 250 millones de dólares, al igual que la construcción del interceptor río Bogotá-Torca-Salitre, también para el saneamiento del río, con una inversión de $79 mil millones de pesos.

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