Jeff Jones, presidente de Uber, presentó su carta de renuncia con apenas seis meses al frente de la compañía en San Francisco, California. Esto es un nuevo golpe a la imagen de la empresa que presta servicios de conductores alrededor del mundo.

Jones llegó a la compañía con el objetivo de mejorar algunos procesos y resolver problemas de Travis Kalanick, quien fuera consejero y fundador de la empresa, ya que él anunció que buscaría a un segundo director, lo cual suponía relegar en importancia al presidente de esta aplicación.

Uber ha confirmado en una nota la renuncia de su presidente, que ya era desde el viernes un rumor creciente en Silicon Valley. A través de un mensaje escueto anunció: “Queremos dar las gracias a Jeff por sus seis meses en la compañía y le deseamos lo mejor”.

Cabe anotar que el propio Kalanick se refirió sobre esta decisión en el portal de tecnología Recode. Allí expresó que “después de que anunciara nuestra intención de contratar un nuevo director de operaciones, Jeff tomó esta dura decisión porque no veía su futuro en Uber”.

Actualmente, Uber tiene una valoración cercana a los 50.000 millones de dólares y aunque ha parado sus planes para salir a bolsa hasta que se resuelvan algunos problemas internos, según se ha podido establecer, en dos meses los empleados de la empresa podrán canjear sus acciones por dinero.

Sin embargo, no se puede olvidar que hace algunas semanas Donald Trump nombró como asesor a Kalanick, quien tuvo que renunciar a este cargo posterior ya que se planteó una campaña de saboteo a la aplicación e incluso tras conocerse la cercanía con el presidente, unos 300.000 usuarios dejaron de tener la aplicación.

Pese a esto, en Colombia sigue funcionando de forma ilegal a la espera de una decisión final por parte de las autoridades. En otros países de la región ya fue cerrada o fue prohibido su uso por parte de las personas.

 

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