agua potable
Foto de: Anadolu

Durante la instalación de la octava edición del Foro Mundial del Agua, se dio a conocer que la cifra de personas que no tienen acceso a agua potable asciende a 840 millones.

De acuerdo con la ONU, estas personas viven sin suministro de agua potable “cerca de su hogar, lo que les obliga a pasar horas haciendo cola o trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a problemas de salud debido al consumo de agua contaminada”.

En todo el planeta, más del 80% de las aguas residuales que se generan vuelve a los ecosistemas sin ningún tipo de tratamiento, dato que se conoce en el Día Mundial del Agua.

Una realidad grave

Naciones Unidas recalca que los problemas ambientales, junto con el cambio climático, dan lugar a las crisis asociadas a los recursos hídricos que ocurren en el mundo, y advierte que “las inundaciones, sequías y la contaminación del agua se agravan con la degradación de la cubierta vegetal, los suelos, los ríos y los lagos”.

Por lo anterior, la Organización resalta que las soluciones naturales pueden ser la respuesta a muchos de los desafíos relacionados con el recurso vital, como plantar bosques, reconectar los ríos con las llanuras aluviales y restaurar los humedales.

Al implementar acciones como éstas, “se devolverá el equilibrio al ciclo del agua, además de mejorar la salud pública y los medios de vida”.

El caso de Latinoamérica

Según un informe de julio del año pasado del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), a pesar de que la región cuenta con una tercera parte del agua dulce del globo y “una dotación per cápita de 22.929 metros cúbicos por persona al año (casi un 300% por encima de la media global)”, se registran importantes desigualdades. Y no todas creadas por el hombre sino por la naturaleza.

Latinoamérica tiene una distribución geográfica desigual, “con zonas extraordinariamente ricas y otras más secas, y con el 80% de la lluvia concentrada en pocos meses del año”.

Según la entidad, estos hechos provocan “escasez en algunos lugares y durante determinados periodos”, lo que ocasiona, entre otros factores, “conflictos entre sectores debido a la competencia por el recurso”.

“La paradoja de contar con recursos hídricos envidiables y a la vez registrar limitaciones tiene un nombre propio: inseguridad económica del agua”, afirma CAF.

De acuerdo con la publicación, esta “inseguridad” tiene que ver con el déficit de infraestructura, capital humano, institucional, financiero y de gobernabilidad de un país, “que lleva a situaciones de escasez, más allá de la presencia del recurso”.

Un mal uso del recurso vital.

“A pesar de la abundancia, en América Latina existe una cultura de uso ineficiente del agua en casi todos los ámbitos en los que se utiliza”, añade el banco regional. No obstante, aclara, es una situación que ha ido cambiando en los últimos años.

Un hecho adicional que preocupa es que en todo el planeta Tierra más del 80% de las aguas residuales que se generan vuelve a los ecosistemas sin ningún tipo de tratamiento.

Se estima que para 2050, la población mundial aumente en unos 2.000 millones de personas y la demanda de agua supere el 30% actual. Hoy alrededor de 1.900 millones de personas viven en áreas que podrían sufrir una seria escasez de agua, y se prevé que para el mismo año esta cifra sea cercana a los 3.000 millones de personas.

El Día Mundial del Agua se celebra anualmente desde 1993 y desde entonces se ha buscado poner la atención sobre la importancia de este recurso no renovable y su protección.

En alianza con Anadolu.

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