Con 5 votos a favor y 6 en contra del habeas corpus, este tribunal decidió que el exmandatario cumpla su sentencia en privación de libertad.

El Supremo Tribunal de Brasil (STF) le negó este miércoles el recurso de habeas corpus al expresidente Luis Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores – PT), condenado a 12 años y un mes de cárcel por corrupción y lavado de dinero.

A lo largo de una sesión de más de diez horas, los magistrados Gilmar Mendes, Dias Tóffoli, Ricardo Lewandowski, Marco Aurélio y Celso de Mello votaron a favor de Lula, mientras que Edson Fachin, Alexandre de Moraes, Luis Roberto Barroso, Luiz Fux, Carmen Lúcia —presidenta del STF—y Rosa Weber votaron en contra de la concesión del beneficio.

Weber, juez abiertamente contraria a la prisión en condenas en segunda instancia (antes de que se agoten todos los recursos), se había perfilado como la gran esperanza de la defensa en las últimas semanas. La magistrada mantuvo su voto en secreto hasta el último momento, cuando, finalmente, optó por seguir a la mayoría de la Corte.

Lula siguió el juicio desde la sede del Sindicato de los Metalúrgicos en São Bernardo do Campo (São Paulo), donde empezó su carrera política, al lado de Dilma Rousseff y de varios líderes de su partido.

El expresidente brasileño había presentado este recurso ante el STF después de ser condenado, en segunda instancia, por el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF-4), el pasado 24 de enero.

Lula fue hallado culpable de haber recibido un apartamento de tres plantas en el litoral de São Paulo como un soborno de la constructora OAS.

El encarcelamiento del exmandatario, que lidera las encuestas de opinión para las elecciones del 7 de octubre, con el 37% de la intención de voto, es un golpe no solo para su partido sino para toda la izquierda brasileña, cuyas diferentes formaciones se unieron en los últimos días para defenderlo.

La defensa del expresidente todavía tiene una oportunidad para retrasar su arresto. Se trata de un recurso de “embargo” (revisión) contra la decisión del TRF-4.

Este tribunal ya había negado la posibilidad de que se hiciera un “embargo”, es decir, una revisión del proceso, por lo que a la defensa de Lula solo le queda la opción de usar un último recurso: el “embargo de embargos”.

Esta es una figura jurídica que existe en Brasil y que permite revisar un proceso para que de esta manera se despejen las dudas sobre una decisión judicial.

La defensa de Lula tiene plazo hasta el 10 de abril para presentar este recurso. Y, en caso de que lo haga, el Ministerio Público Federal tendría 10 días para deliberar sobre esa petición y luego trasladarla al TRF-4 para que este tome una decisión final, la cual no tiene una fecha límite estipulada.

Sin embargo, diferentes juristas señalan que los “embargos de los embargos” son aceptados en la Corte muy excepcionalmente.

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