Alirio Amaya es un ejemplo del impacto positivo del deporte en la vida de las personas. Vivió durante muchos años en la que fue conocida como la Calle del Bronx y ahora es gestor de políticas públicas en el deporte. A través de diversos proyectos busca cambiar la realidad social de muchos jóvenes.
Después de tantos años en su mente sigue intacto el recuerdo de aquella época en la que vivió en el Bronx junto a su familia. El deporte era el refugio que encontraba para hacerle quite a las problemáticas sociales de su entorno.
“Para nadie es un secreto que el sector del Bronx en la última etapa ya era totalmente invivible, creo que lo peor de la ciudad en términos de realidades”.
En 1998 decidió estudiar administración deportiva. A partir de ese momento su mundo ha girado en torno a la creación de políticas públicas para el deporte y su impacto en la transformación de miles de jóvenes.
“En el artículo 38 del decreto 1007 está el Plan Decenal del Fútbol que fue el que se construyó y se aprobó en el 2014 por la Comisión Nacional de Fútbol”.
También ha hecho parte del programa ‘Goles en paz’ donde aportó para que el concepto de las barras bravas se transformara en barrismo social. Sus manos han plasmado en diversos textos el verdadero poder del fútbol y del deporte en general.
“Soy un convencido de que el deporte es una herramienta de transformación social, que el deporte logra unirnos, digamos que es un elemento de cohesión muy importante”.
Ahora integra el Centro de Investigación y Documentación para el Fútbol en el Ministerio del Deporte. Además, trabaja en la elaboración del programa de barrismo social estipulado en el Plan de Desarrollo de la Alcaldía de Bogotá cuyo nombre sería: “Goles en paz 2.0".
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