Dos cóndores regresaron a su hábitat natural en la Cordillera Oriental de los Andes colombianos, específicamente al Páramo del Almorzadero en el municipio de Cerrito – Santander; la aeronave que mes y medio atrás acudió en su rescate, los llevó de vuelta a casa, un helicóptero “Black Hawk” de la Fuerza Aérea Colombiana se encargó de realizar esta misión, que revive la esperanza de la conservación de esta especie, de la cual se estiman sólo quedan 150 ejemplares en el país.

Médicos veterinarios, zoólogos y biólogos condoristas de Colombia, Chile y Ecuador fueron los encargados de atender y recuperar a estas aves, encontradas por campesinos de la región el 21 de noviembre de 2018 y entregadas a los bomberos de la zona, tras recibir el requerimiento por parte de las autoridades ambientales, la Fuerza Aérea las trasladó al Parque Jaime Duque en Tocancipá.

Los exámenes arrojaron que había plomo en su sangre y esto se evidenciaba en su condición, uno de ellos no caminaba y el otro no podía alzar vuelo, las aves sufrían de depresión e inapetencia, su proceso de recuperación las mantuvo 15 días en el área de cuidado crítico, tras 5 días empezaron a comer a voluntad, siendo éste el primer signo de su evolución hasta su total recuperación.

El Comando de Operaciones Aéreas de la Fuerza Aérea Colombiana, en coordinación con las directivas del Parque Jaime Duque, programó la operación que permitió llevar a esta pareja de cóndores de regreso a su hogar, acompañados de una veterinaria y el curador de aves del zoológico ubicado en este bioparque.

Desde temprano, una tripulación del Comando Aéreo de Combate No. 5 se alistaba para desarrollar esta importante y retadora tarea, a la par en el Parque, les aplicaban medicamentos para aumentar sus defensas y verificaban la operatividad de los rastreadores satelitales que les fueron puestos para estudiarlos; las aves fueron subidas a un tractor para trasladarlas al helipuerto del Museo Aeroespacial Colombiano.

 

Llegó el helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana, comandado por el Capitán Edwin Sanabria, experimentado piloto del UH-60 Black Hawk, quien se encargó de orientar a los pasajeros mientras los tripulantes y cuidadores aseguraban los guacales al interior de la aeronave, así inició un vuelo que se desarrolló en las más estables condiciones para no generar estrés en las aves, que no fueron sedadas para garantizar que estuvieran en sus cinco sentidos a la hora de la liberación.

Al aterrizar en la cancha de fútbol de la Escuela Normal Superior “Sady Tobón Calle” de Cerrito, Santander, esperaba la comunidad en compañía de las autoridades regionales, tras un efusivo recibimiento se emprendió un camino por carretera de 45 minutos para llegar a las cercanías del Páramo del Almorzadero, luego, tras 2 kilómetros de recorrido a pie y en lo más alto del cerro, llegó el esperado momento de abrir el guacal.

Imponentes, dieron los primeros pasos, extendieron sus alas, saludando a todos los asistentes, reconocieron su lugar y salieron a reclamarlo en vuelo, el cielo, su páramo, su espacio. Fue un momento lleno de felicidad, de orgullo y júbilo que revive la esperanza de la preservación de los cóndores en Colombia.

Como parte del Programa de Conservación del Cóndor de los Andes, el Parque Jaime Duque, la Fundación Neotropical, Fundación Cóndor Andino Ecuador y The Peregrine Fund, por primera vez en el país son liberadas dos aves de esta especie con un sistema de monitoreo satélital que permitirá estudiarlas; hacer parte de esta misión llena de orgullo a todos los integrantes de la Fuerza Aérea Colombiana, siendo defensores y protectores del Medio Ambiente en todo el territorio nacional.

 

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