A finales de 2015, la situación que atravesaban los 22 hospitales de la red pública de Bogotá era crítica. Cada día, 123 quejas eran interpuestas por usuarios contra la Secretaría de Salud por el mal servicio.

Pocos días después de la posesión del alcalde Enrique Peñalosa, la Secretaría de Salud diseñó un proyecto. El objetivo era mejorar el servicio de salud de todos los bogotanos y no perder tiempo.

El secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, asegura que el problema no se iba a solucionar con pañitos de agua tibia. “Yo hablé con el Alcalde, le hice la propuesta desde que estábamos en campaña y él siempre ha considerado que este es un tema muy sensible, que es un tema al que hay que metérsela toda”, recuerda Morales.

El 17 de marzo del año pasado, la reforma a la salud fue aprobada por el Concejo de Bogotá y en cuestión de días la capital del país ya contaba con un nuevo sistema que reorganizó a los 22 hospitales públicos en 4 subredes: Norte (Usaquén, Chapinero, Suba, Engativá y Simón Bolívar); Suroccidente (Hospital Pablo VI de Bosa, Kennedy, Sur y Tintal); Centro Oriente  (Rafael Uribe, San Cristóbal, Centro Oriente, San Blas, La Victoria y Santa Clara); y Sur (Usme, Nazareth, Vista Hermosa, Tunjuelito, Meissen y el Tunal).

Cada red cuenta con un gerente y agrupa hospitales de baja y alta complejidad, es decir, se convierte en una red especializada que evita que, por ejemplo, un usuario que viva en el sur tenga que ir hasta un hospital del norte para obtener la atención que necesita.

Morales explica que el primer paso fue atacar las principales quejas y montar una red integrada de servicios de salud, en vez de tener 22 hospitales actuando de forma independiente.

“Ya desapareció el trámite de un hospital de primer a segundo nivel. Montamos la estrategia de los CAPS (Centros de Atención Prioritaria en Salud). Ahí atendemos la mayoría de urgencias que no son realmente urgencias de gravedad y eso nos ayudó a descongestionar los hospitales”, aseguró Morales.

Más de un año después de su puesta en marcha, este nuevo modelo de salud es visto como un ejemplo para el Gobierno Nacional.

“Estas subredes son perfectamente consistentes con el modelo integral de atención en salud. Casi sobra decirlo: los hospitales independientes que no trabajan en red, no tienen sentido en el actual sistema de salud en Colombia. Lo que ha hecho Bogotá responde a los imperativos del nuevo sistema de salud que necesitamos en nuestro país”, señaló el ministro de Salud, Alejandro Gaviria.

Por su parte, Ana Lucía Villa Arcila, directora general de Apoyo Fiscal del Ministerio de Hacienda, dojo que aunque es un proyecto muy ambicioso, es el ideal para el país.

Para el Distrito, el balance es positivo: las quejas contra la Secretaría de Salud pasaron de 45.034 en 2015, a 37.646 en 2016, una disminución de 16,4% en el primer año de implementación.

Así mismo, el número de personas sin aseguramiento en salud y la cifra de usuarios con barreras de acceso a servicios de salud también cayeron sustancialmente, según el Dane.

El Secretario de Salud también resalta que hay una evidente disminución en el hacinamiento en urgencias. “Cuando llegamos en 2016 estábamos por encima de 250%, hoy estamos en 134%”.

Con el nuevo sistema, se han ahorrado más de 62 mil millones de pesos en gastos administrativos que le venían restando recursos al sector de salud en la ciudad.

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