Una caravana de ayuda humanitaria entró a Venezuela por la frontera con Brasil. El caos y la represión reinaron en Ureña donde la Guardia Nacional de Nicolás Maduro impidió el paso de voluntarios. Al líder chavista le desertaron cerca de 60  integrantes de las Fuerzas armadas venezolanas.

Tensión, miedo, incertidumbre y gran expectativa, rodearon esta intensa jornada. Los venezolanos a un lado y otro de la frontera amanecieron pensando en que la historia de su nación cambiará.

Desde el Puente de la unidad en Cúcuta, zona fronteriza de Colombia, partieron 15 tractomulas cargadas con 600 toneladas de ayudas humanitarias que llegaron provenientes de varios países que se sumaron a esta misión.

Eduardo José Gonzáles, director de la Unidad de Gestión de Riesgo, aseguró que: "estos camiones salen para el puente Santander en Urueña, los cuatro primeros para el Simón Bolívar, y estos 4 para el puente Francisco de Paula Santander, ya han salido ocho camiones con ayudas humanitarias".

Pasadas tres horas, para dispersar la manifestación, la Guardia venezolana comenzó a lanzar gases lacrimógenos a los ciudadanos que se encontraban en el lugar, fue en ese momento cuando cuatro uniformados decidieron entregarse.

"Nosotros hoy desconocemos al presidente Nicolás Maduro y reconocemos a nuestro presidente interino, comandante y jefe Juan Guaidó. Nosotros lo que hicimos hoy, lo hicimos por nuestra familia y por el pueblo venezolano”, afirmaron los uniformados.

La tensión en Venezuela se fue incrementando con el paso de la horas, hacia las dos de la tarde el primer camión cargado con medicamentos y alimentos fue incinerado.

Dalmiro González, activista voluntad popular, relató la situación: "la ayuda humanitaria entró a Venezuela, los camiones entraron pero por culpa del salvajismo, de la Policía nacional y el Ejército, quemaron dos de los camiones que estaban en territorio venezolano. Entramos con los camiones a Venezuela, rompimos los piquetes y la ayuda llegó a territorio venezolano, pero la orden fue quemar los camiones, y los camiones explotaron delante de nosotros".

Al menos cincuenta personas resultaron lesionadas dentro de los disturbios que se han presentado en lo corrido del día, quienes fueron trasladados a diferentes puntos de salud.

Francine Howard, ciudadana venezolana, comentó que: "la Guardia nacional empezó a reprimirnos, a lanzar gas lacrimógeno, no les importa el pueblo, quieren asesinarlo, pero nosotros vamos a mantener el pie de lucha por la libertad de nuestro país".

La situación en estas zonas es complicada. Los enfrentamientos han sido intermitentes entre los uniformados y los manifestantes. La ayuda humanitaria que ingresaría por el Puente Simón Bolívar quedó inmovilizada hasta nueva orden.

Por: Carolina Beltrán

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