La ansiedad y la angustia son los males colaterales de la cuarentena que más padecen los habitantes de Bogotá, así lo reveló un informe de la Veeduría Distrital sobre salud mental.  Los ciudadanos están impactados tanto por las medidas de distanciamiento social como por el riesgo de contagio y la inestabilidad laboral.

El crecimiento del 50% en la demanda de servicios de salud mental en la red pública y privada de la capital del país da cuenta de los efectos de la pandemia, cada 15 minutos un ciudadano afectado a la línea 123 en busca de ayuda, en los los primeros tres meses del año recibieron 2.100 llamadas por estos casos, mientras que en la cuarentena se atendieron 2.700 llamadas por mes.

El informe revela un aumento significativo de casos de depresión, ansiedad y estrés postraumático en pacientes y personal médico, agotamiento físico y mental, cambios en el estado de ánimo y menor rendimiento laboral y estudiantil, entre quienes permanecen en aislamiento.

El 63% de las mujeres aseguraron sentir más ansiedad, mientras que en los hombres sufrieron el 53%. Asimismo pasa con la depresión, que en el caso de las mujeres es mayor del 57% y en los hombres, del 44%.

Según el informe estas conductas estarían motivadas por varios factores, entre ellos, el riesgo de contraer el COVID-19 o que algún familiar lo padezca, el miedo a morir por el virus y la situación laboral luego de la pandemia.

El veedor distrital le solicitará a la Alcaldía hacer mediciones rigurosas de los efectos traumáticos del encierro para afrontar la manera articulada entre el sector salud y otras instituciones gubernamentales, y fortalecer otros canales diferentes a los virtuales, pues al menos el 25% de los habitantes de la ciudad no tienen servicio de internet. 

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