Una galería a cielo abierto, esa es hoy la que existe en el sector industrial, en la localidad de Puente Aranda de Bogotá, gracias a una idea que surgió hace varios años y que se materializó a partir de 2016, como parte de la agenda artística que ofrece la capital del país: Distrito Grafiti.

"La idea era muy puntual. Construir un escenario para facilitar la práctica, para elevar el nivel de la práctica, para que año a año, se vayan incrementando los murales, para que se generaran evidencias, para que el sector privado, ya con el tiempo, empezara a apoyar el arte urbano", dijo Camilo Fidel López, director artístico de Distrito Grafiti Bogotá.

Distrito Grafiti es hoy una de las ferias de arte que se realizan periódicamente en la ciudad y que congregan, con apoyo público y privado desde reconocidos galeristas a nivel mundial, hasta desprevenidos transeúntes que se ven inmersos, de repente, en una ciudad en la que durante una semana se ve, se siente y se respira creatividad.

"Distrito grafiti es un plan. Es un plan que tiene como base un recorrido por más de 70 murales, pintados por más de 85 artistas nacionales e internacionales", manifestó López.

Un plan al que se invita a los ciudadanos a convertirse en una apuesta artística y turística para la ciudad, donde el grafiti fue asociado por muchos al vandalismo y la marginalidad.

"Hay más validación social de lo que ocurre cuando los dos están de acuerdo, el que está adentro de la pared y el que está por fuera, y lo que hemos hecho es poner ese acuerdo visible. Generar un inventario de personas interesadas en tener obras en sus fachadas y creo que esto ha ido como aumentando el interés del público sobre el tema", resaltó Jaime Cerón Silva, director (e) Idartes.

Es así como con aerosoles de muchos colores, dan vida a las paredes de las zonas más grises de la ciudad.

"Nosotros hacemos obras más conceptuales, con un trasfondo que nos permita ir más allá. Tratamos de que nuestras intervenciones tengan eso: una denuncia, hablar de un tema en particular, algo que está pasando", dijo Nicolás Castro, grafitero.

Nicolás es artista urbano, se dedica a pintar murales hace 10 años. Sagrada es la obra con la que participó en Distrito Grafiti 2018. El colectivo Ums Street Art, al que pertenece, tiene una motivación y es la de transformar el espacio público.

"El primer grafiti que nosotros pintamos fue un Salvador Dalí que hicimos en la carrera 30. Fue un formato demasiado pequeño, era como una puerta más o menos, y pues, digamos que estábamos experimentando, no teníamos un tema en especial sino que nos gustó un personaje particular y ese fue el primero que nosotros hicimos", aseveró Nicolás.

Desde entonces su pasión por el muralismo fue creciendo, y con la de él, la de muchos otros artistas en Bogotá, en donde hay un movimiento que se hizo sentir y escuchar.

Fue en escenarios como la calle 26 donde empezaron a permitirse los murales a gran formato en 2015, se creó formalmente el Comité Distrital para la Práctica Responsable del Grafiti y se reguló esta actividad, gracias a ello, hoy se conviene con las entidades distritales qué murales se quieren pintar en Bogotá y se gestionan los permisos para hacerlo.

Fue así como, en una suma de disposiciones, Bogotá fue convirtiéndose en un referente del arte urbano en Latinoamérica.

"Bogotá es teatro, por el Festival Iberoamericano de Teatro, Bogotá es montañas, por su geografía, pero hoy en día, Bogotá es grafiti. Si tu te metes a Internet, te vas a dar cuenta que hay 7 u 8 tures de grafiti", señaló Camilo Fidel, director artístico de Distrito Grafiti Bogotá.

Hoy son 4.000 metros cuadrados intervenidos en la ciudad y una inversión anual que en 2017 superó los 2.000 millones de pesos, para incentivar un arte que quienes lo generan lo consideran la más democrática de las expresiones artísticas, una expresión que simplemente está al alcance de todos.

Para ver todas las noticias de Bogotá visite www.conexioncapital.co. Encuéntrenos también en Facebook como Canal Capital.