De acuerdo con un reciente análisis, el uso de cámaras salvavidas en las vías de Bogotá con límite de velocidad de 50 kilómetros por hora redujo hasta en un 43,2 % la probabilidad de que ocurra un siniestro vial fatal, esto en comparación con tramos en los que no se controla la velocidad a través de estos dispositivos.
Estos resultados se obtuvieron luego de comparar el número de muertes y su variación entre los meses de junio y septiembre de 2020, frente al mismo periodo entre los años 2015 y 2018.
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El Escenario 1 corresponde a los tramos con el límite de 50 km/h sin cámaras salvavidas. El Escenario 2 hace referencia a aquellas vías donde se controla el límite de velocidad de 50 km/h con cámaras salvavidas.
Según el estudio, en el periodo de análisis, en el Escenario 1 se redujeron las fatalidades en 0,46 muertes por kilómetro, mientras que en el Escenario 2 hubo una disminución de 0,81 muertes por kilómetro. Esto quiere decir que en el Escenario 2 hubo un 43.2% menos probabilidad de que ocurriera un siniestro fatal, frente al Escenario 1.
“En Bogotá, en un año, se han salvado 13 vidas por cada 10 kilómetros en los corredores arteriales con un límite de velocidad de 50 km/h. Ahora bien, en los corredores con el mismo límite de velocidad, pero donde se incluyen las cámaras salvavidas de control con detección automática, el beneficio es mayor. Gracias a la incorporación de estos dispositivos se han salvado 24 vidas en el mismo periodo, 9 personas más por cada 10 kilómetros”, afirmó Jessica Kisner, gerente de movilidad y seguridad vial de WRI para Colombia.
Cabe resaltar que Bogotá se convirtió en 2020 en la primera ciudad del país en implementar el límite máximo de velocidad, pasando de 60 kilómetros por hora a 50, como parte del Programa de Gestión de la Velocidad, una medida implementada por la Alcaldía de Bogotá.
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A su turno, Leonardo Vásquez, Subsecretario de Gestión de la Movilidad, sostuvo que “los hallazgos de este estudio nos permiten confirmar que la implementación de las mejores prácticas para reducir las muertes en el tránsito, tales como la adopción del límite máximo de velocidad de 50 km/h en las vías arteriales y el uso de cámaras de detección automática, son efectivas en nuestra ciudad. La velocidad es un factor de riesgo crítico en la vía y seguiremos trabajando para gestionar y controlar límites de velocidad adecuados para cada contexto, en línea con lo planteado en nuestro Programa de Gestión de la Velocidad”.
Este estudio fue desarrollado por el Instituto de Recursos Mundiales en Colombia WRI (por sus siglas en inglés), aliado de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial (BIGRS), con el objetivo medir el impacto de dos de las principales estrategias del Distrito para mitigar los impactos del exceso de velocidad en la ciudad: el límite máximo de 50 km/h y el control automático.
Otros hallazgos del estudio
De acuerdo con especialistas de WRI, el análisis también revela otros puntos sobre el impacto positivo de la gestión de la velocidad y su control para la seguridad vial.
“En el periodo observado pudimos hallar que los picos de velocidad, los cuales tienen una relación directa con la gravedad de un siniestro, disminuyeron sobre todo en los tramos con velocidad de 50 km/h y cámaras. Esto es un gran indicador, ya que demuestra que la implementación de ambas medidas está disuadiendo comportamientos riesgosos, especialmente en las horas de la noche, críticas en materia de siniestralidad”, dijo Kisner.
Sobre WRI y la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial
El Instituto de Recursos Mundiales WRI es una organización técnica global que trabaja de la mano de gobiernos, empresas, organismos multilaterales, y grupos civiles para desarrollar soluciones y establecer vínculos entre la conservación del medio ambiente, las oportunidades económicas y el bienestar humano.
A través de esta iniciativa, Bogotá recibe soporte técnico en infraestructura, comunicaciones, datos, control y vigilancia para la implementación de mejores prácticas en materia de seguridad vial.
La Secretaría Distrital de Movilidad reitera su compromiso en proteger la vida de los ciudadanos en el tránsito y les recuerda la importancia del cumplimiento de las normas de tránsito como: no exceder el límite máximo de velocidad permitido en la ciudad (50km/h), darles prioridad a los actores viales más vulnerables (peatones, ciclistas y motociclistas) y ser cordiales en la vía.
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