En el Jardín Botánico de Bogotá se dio el cierre de la Cápsula de la Esperanza, una urna donde reposarán hasta 2038 (cuando se celebren los primeros 500 años de la ciudad) los relatos y objetos que recuerdan la pandemia por COVID-19.
Durante varios meses estuvo abierta la convocatoria para agregar recuerdos a la Cápsula, para que habitantes de Bogotá pudieran enviar relatos sobre su fortaleza, creatividad, solidaridad, paciencia, cuidado y amor por la vida, y sobre lo que les resultara digno de admirar de Bogotá.
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Se recibieron un total de 1.380 relatos y 120 objetos de todas las localidades de Bogotá, un equipo curador eligió las 20 mejores historias para guardar en la Cápsula que fue cerrada oficialmente y sembrada en la tarde de este miércoles, 22 de diciembre.
Así se configuró un monumento para honrar las vidas de todas las personas que la pandemia se llevó y también las vidas de quienes mantuvieron la ciudad en movimiento durante la primera temporada de pandemia.
Entre los objetos que reposan en la Cápsula se encuentran los pinceles del maestro Carlos Jacanamijoy, dibujos de niñas y niños, videos de músicos de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, aportes de entidades distritales, objetos de artistas locales, la crónica de un periodista sobre la pérdida de su padre durante la pandemia y objetos médicos, entre otros.
"Los objetos y relatos dentro de la Cápsula son el testimonio del proceso de cuidado que ha vivido nuestra ciudadanía. La capacidad que tenemos los y las bogotanas para fortalecer vínculos y cuidarnos entre nosotros es un gran motivo para sentir orgullo por nuestra ciudad”, aseguró Nicolás Montero, secretario de Cultura, Recreación y Deporte.
Durante el evento de cierre, las llaves que abren la cápsula y que fueron entregadas por el secretario Montero a Luis Carlos Manjarrés, gerente del Museo de Bogotá quedarán exhibidas en la Sala de Urnas de este Museo por los próximos 17 años.
En 2038 servirán para re-abrir la Cápsula de la Esperanza y sacar a la luz esas historias.
“Cerramos el proceso de recolección de relatos y testimonios para la Cápsula de la Esperanza, para honrar estos dos años que han sido tan difíciles, pero también para honrar la capacidad de cooperación y entrega de esta ciudad. Todos estos relatos y objetos hablan de nuestra capacidad de resistencia”, afirmó durante la ceremonia de cierre Henry Murrain, subsecretario de Cultura Ciudadana y Gestión del Conocimiento.
Las historias y objetos enviados por la ciudadanía durante la convocatoria para llenar la Cápsula de la Esperanza pueden consultarse aquí.
“Cuando destapemos la Cápsula dentro de 17 años, esas memorias van a nutrir nuestro relato de ciudad. Ojalá, los aprendizajes que nos quedan sobre mejorar nuestra relación con el entorno, fortalecer las redes de afecto, vivir sin miedo y hacerle frente juntos a las dificultades, permeen y logren transformar la ciudad”, comentó mientras recibía las llaves de la Cápsula Luis Carlos Manjarrés, gerente del Museo de Bogotá.
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