La Cancillería de Colombia determinó que sí se había cometido una violación a la soberanía territorial, por parte de militares de las Fuerzas Armadas de Venezuela, el pasado jueves 13 de septiembre, en la isla de Maipures 3.

Por esta razón, el Gobierno envió una carta de protesta a ese país, este 17 de septiembre, rechazando esta incursión y por las constantes violaciones del territorio que se han producido en los últimos meses.

La determinación se tomó luego de una inspección que determinó la veracidad de una incursión en territorio nacional por parte de miembros armados de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela, el pasado 13 de septiembre de 2018 en la isla Maipures 3, ubicada sobre el río Orinoco.

 

A este lugar abrían ingresado 20 militares, los cuales agredieron a pobladores colombianos y retuvieron a tres de ellos durante varias horas. Estas personas fueron recibidas por parte del consulado colombiano en Puerto Ayacucho.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores, en nombre del Gobierno de Colombia, envió una nota de protesta reclamando por la reiteración de este tipo de acciones violatorias de la soberanía nacional y por la detención arbitraria de tres ciudadanos colombianos”, señaló la Cancillería.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela Jorge Arreaza rechazó la denuncia elevada por Colombia y aseguró que se debió a un operativo contra la producción de drogas en territorio de la amazonia venezolana. Arreaza aseguró que se trata de un ‘falso positivo’ elaborado por la oligarquía colombiana para agredir a su país.

“En el referido operativo antidrogas se desamanteló un laboratorio para el procesamiento de pasta de coca, lográndose la captura de tres ciudadanos colombianos, quienes portaban armas y municiones de guerra, dinero en efectivo de varias denominaciones y 4.100 kilógramos de pasta de base de cocaína”, aseguró el ministro.

Ya es frecuente que ocurran este tipo de violaciones a la soberanía territorial en la frontera colombo-venezolana, la última de estas se produjo el 19 de agosto cuando dos helicópteros militares, identificados con las siglas de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y unos 30 efectivos armados, pertenecientes a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, desembarcaron en Vetas de Oriente, del municipio de Tibú, Norte de Santander.

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