En este episodio de #SinExcepciones, Carol Ann Figueroa indagó en torno a la representatividad política de mujeres y personas LGBTI en Colombia. Para guiar la conversación, habló con Alexandra Benítez, activista y defensora de Derechos Humanos, y con la historiadora Elízabeth Giraldo.

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Josefina Valencia de Hubach, Nasly Lozano y Jennifer Alexis fueron algunas de las primeras mujeres que llegaron a ocupar cargos públicos en el país en el siglo pasado. Gracias a estos pasos, es que hoy en el Gobierno se cuenta con una gran cuota femenina y de representantes LGBTI o afro, sin embargo, aún queda camino por recorrer.

“Yo creo que la lucha feminista y la lucha por la diversidad sexual y de género han estado aliadas por mucho tiempo, y eso ha permitido unas ganancias muy grandes en el país. Un ejemplo es la despenalización del aborto, en este proyecto se habla de mujeres cis y de experiencias transmasculinas. Este es un ejemplo de cómo una lucha interseccional permite unos cambios estructurales visibles”, contó Alexandra Benítez.

Sin embargo, la activista y defensora de Derechos Humanos, también enfatizó que, aunque estos movimientos van de la mano por la lucha antipatriarcal, ambas colectividades tienen necesidades particulares que se deben revisar por separado.

En términos de ganancias específicas de las mujeres, el panorama ha avanzado.

“Hemos ganado en representatividad, por ejemplo, en la nueva composición del Congreso avanzamos en el número de curules ocupadas por mujeres. El tema del sistema del cuidado se ha puesto como un problema estructural gracias al feminismo, que no solo plantea problemas de género, sino que se los plantea a la sociedad y su conjunto”, expuso Elízabeth Giraldo.

La historiadora e investigadora también destacó tres puntos que se están poniendo en la lupa en el nuevo gobierno, debido a la agenda feminista:

  • La defensa de la vida y la biodiversidad.
  • Las acciones políticas redistributivas del Estado.
  • El avance en la lucha antirracista.
  • Los primeros pasos hacia una política antimilitarista.

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Antes de cerrar el programa, Carol Ann Figueroa preguntó por las necesidades en representatividad que tienen las mujeres y personas LGBTI que viven en zonas rurales o que pertenecen a algún origen étnico.

“Muchas personas LGBTI no han sido reconocidas como víctimas por las barreras institucionales, por los prejuicios que existen desde los entes territoriales institucionales, eso implica hablar de una política pública LGBTI que está engavetada. Es vital comprender que las personas LGBTI en general estamos atravesadas por un sin fin de situaciones al tiempo, que generan mayores violencias sistemáticas y simbólicas que nos cuestan la vida”, dijo Alexandra Benítez.

A esto, Elizabeth Giraldo agregó que la interseccionalidad no sólo debe ser una bandera del movimiento social, sino que la ve como un enfoque que el Estado debe tomar para gobernar con una voluntad popular, plural y diversa que se acomode a la transición democrática por la que está pasando el país.

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