Los nuevos buses pasan por pruebas mecánicas, eléctricas, neumáticas, de ruta y filtración, para brindarles seguridad a los usuarios.

A los chasis que llegan a la línea de producción les adicionan soportes fabricados en Colombia. Simultáneamente hacen el corte de tubería, la doblan y hacen las curvas que definen la forma del bus. Después lo pasan a un molde donde ensamblan los tubos.

Arman los laterales, el techo, el piso, los cascos delantero y trasero para obtener la estructura. En este paso se evidencia la radiografía del esqueleto del bus.

La estructura la acoplan en el chasis para después montarlo en un soporte que alinea la carrocería. De este modo el bus no queda cargado para un solo lado y evita el consumo de las llantas.

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Después forran los techos, adecuan el piso, instalan las puertas de inspección, acceso y salida de pasajeros y montan el tapizado antideslizante.

De la estructura y el forro pasan a pintar el bus. Después lo trasladan a un horno donde permanece bajo 70 grados de temperatura durante 40 minutos.

Para finalizar, montan los vidrios, las sillas, los espejos, las cámaras y la parte eléctrica que maneja el conductor. El bus pasa por pruebas mecánicas, eléctricas, neumáticas, de ruta y de filtración.

Por: Catherine Solanilla

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