Tomado de Alcaldía de Bogotá

Se conoce que la mayoría de las vacunas contra COVID-19 aprobadas a nivel internacional requieren de dos aplicaciones para que las personas obtengan una mayor protección, excepto por las vacunas Johnson & Johnson, que fue producido por esta farmacéutica para ofrecer una buena respuesta inmune con solo una aplicación.

En Bogotá se aplican vacunas Pfizer, Sinovac y Astrazeneca, que según disposición de su casa farmacéutica requieren de dos aplicaciones.

Más información: Puntos de pruebas COVID-19 gratis en Bogotá este viernes, 21 de mayo.

Andrea Ramírez Varela, doctora en epidemiología de la Universidad de los Andes, explica que, si una persona deja de recibir la segunda dosis de vacuna, no adquiere el máximo grado de protección contra las versiones más severas y la mortalidad por la COVID-19, causada por el SARS-CoV-2, virus que produce la enfermedad.

A su vez, la epidemióloga precisó que recibir el esquema de vacunación completo ayuda al organismo a obtener una mayor respuesta inmune y permite alcanzar la máxima efectividad de la vacuna y protección en caso de entrar en contacto con el virus.

Además, recordó que quién no tenga las dos dosis puede estar en desventaja frente a las variantes que circulan en nuestro país, que son más transmisibles y cuyos efectos en salud aún se encuentran en estudio por parte de la comunidad científica.

Lee también: Así puedes consultar los resultados de pruebas COVID-19 tomadas por el Distrito

¿Cuánto tiempo debe pasar entre la aplicación de la primera y segunda dosis?

El tiempo que se debe esperar entre la primera y segunda aplicación de las vacunas depende de las instrucciones de la farmacéutica que las haya elaborado.

“Las vacunas se tienen que aplicar en los tiempos que corresponde y bajo el esquema de dosificación definido por la farmacéutica que desarrolló la vacuna. La recomendación es que se debe cumplir con rigor el esquema de dosificación (dos dosis) las cuales son necesarias para conferir la protección que se requiere y que reportan las casas farmacéuticas”, precisó Gabriela Delgado, PhD en Ciencias Farmacéuticas y profesional de Secretaría de Salud.

El tiempo recomendado en vacunas como la Pfizer es de un mínimo de 3 semanas y un máximo de 6 semanas entre cada dosis. Si se presenta un retraso de pocos días no habrá una afectación dramática en la pérdida de inmunidad y deberá aplicarse la segunda dosis lo más pronto posible.

Si se presenta escasez de vacunas o un retraso en la aplicación de segundas dosis, lo mejor es que por parte de las entidades prestadoras de salud se realice una vigilancia juiciosa de las personas para colectar evidencia y hacer un seguimiento de farmacovigilancia intensiva, para descartar que presenten algún tipo de afectación a cuenta del retraso en la aplicación de las vacunas

A su vez, la recomendación a la ciudadanía es a estar atentos de sus fechas programadas de vacunación e insistir en no perder ninguna de las citas para completar su esquema de vacunación.

Según reciente informe del secretario de salud, Alejandro Gómez, en Bogotá, los mayores de 80 años ya cuentan con las dos dosis de vacuna aplicada. El proceso de vacunación en mayores de 70 años es de casi el 100 % en primeras dosis y del 70 % en segundas, lo cual se ve reflejado en disminución de la curva de mortalidad y de entrada a UCI por parte de esta población.

 

Atención a la falsa seguridad de la primera dosis

Gabriela Delgado explica que, aunque la primera dosis de vacuna aporta un poco de protección, no es la cantidad exigida dentro de los parámetros establecidos por los expertos y las instituciones que definen las reglas de inmunización actuales.

Es decir que al recibir la primera dosis y no completar el calendario de vacunación con la segunda dosis, los individuos corren el riesgo de no estar debidamente protegidos, mientras que la aplicación de las dos dosis genera una potente respuesta inmune que evita desarrollar una enfermedad severa o mayores complicaciones.

“La aplicación de la primera dosis puede generar una falsa sensación de seguridad en algunas personas que pueden pensar, de manera equivocada, que ya son inmunes ante el virus SARS-CoV-2 y pueden seguir con su vida normal. Recordemos que la vacuna lo que hace es reducir en gran parte la posibilidad de que las personas se agraven fuertemente y que el desenlace clínico no sea ingresar a una UCI o que fallezcan debido a la enfermedad de la COVID-19”, explicó la bacterióloga.

Te puede interesar: Historias inspiradas desde la realidad provocada por el Covid

Para ver todas las noticias de Bogotá visite www.conexioncapital.co. Encuéntrenos también en Facebook como Canal Capital.