Noticias Capital se desplazó hasta Caracolí, en Ciudad Bolívar, una zona que vivió el terror del fuego la pasada noche del 4 de febrero, donde varias casas fueron totalmente calcinadas. Una zona sin embargo donde la esperanza aún sigue vigente en la voluntad de los damnificados.  

"Cuando yo fui a coger la manguera y volví aquí miré las llamas por encima mío y dije no aquí ya toca es salvar la vida”, dice Alberto Niño, víctima de incendio.

Luis Aguilar con 4 de sus familiares y don Alberto Niño quien se encontraba solo. Ellos fueron más que testigos, enfrentaron lo que era correr por sus vidas y ver ante sus ojos cómo las llamas consumían las cosas que con mucho esfuerzo habían logrado conseguir para sus hogares.

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"Los zapatos se quemaron todos todos, yo me puse un par de botas eran las de mi mujer yo no podía caminar, las otras botas de caucho se perdieron, todo se perdió, televisor, un equipo, un equipito viejito pero ahí sonaba, viejito como yo, pero bueno", relata Alberto Niño, víctima de incendio.

"Llegar a su casita y estas acostumbrado a descansar y ya de un momento a otro mirar que se queda sin nada pues es triste", cuenta Luis Aguilar, víctima de incendio.

7 casas fueron las que en este espacio terminaron reducidas a fragmentos de madera como esta entre otros escombros que ahora esperar retirar y esta zona aplanarla para volver a levantar lo que eran sus hogares.

“Como esto era una invasión era muy difícil para que nos dieran una reubicación entonces estamos tratando de recuadrar acá para ver que podemos parar así sean polisombras o algo”, Luis Aguilar, víctima de incendio.

"Un poquito, un poquito, ocultas, pero no voy a decir que no lloré", dice el vecino Alberto. “A ver si me colaboran por ahí con unos palitos o una ayudita, yo pienso hacer una cuerdita ahí, cuadrar el puestico de la camita y la estufita, volver a levantar porque pagar arriendo es como grave”.

Don Alberto dice que no solo tuvo nostalgia por las perdidas materiales, tenía gallinas ponedoras, un conejo y unos patos a los que estimaba y que el fuego también le arrebató.

“A mí lo que me duele fue la forma en la que murieron, ahí calcinados”, dice.

Autoridades y vecinos afirman que el incendio se dio por una quema de basura que provocó el cuidador de una bodega de plástico, la dueña que no estaba en el momento, lamenta lo sucedido.

“Hasta mis niños yo los traía acá para que vinieran a picar plástico, con eso yo pagaba el arriendo, hacía el mercado y ahora quedamos así”, Aurora Gutiérrez, dueña bodega.

A pesar de la situación el barrio sigue unido, todos ayudan a remover escombros y la fundación Caracolí se encarga de promover alimentación y ayudas para afectados del trágico suceso.

"Yo sé que el señor me va a proveer para darles alimentos a todas las 7 casas que fueron calcinadas".

La música también hace parte de la esperanza y de la verraquera con un poderoso mensaje que sale del barrio, para el barrio y para el mundo.

"Barrio: los quiero mucho y vamos a salir adelante", concluye David Bohórquez, artista del barrio Caracolí.

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