Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, advirtió a través de un comunicado que “el mundo no puede permitirse otra guerra en el Golfo" Pérsico.
Esto en relación a la crisis que estalló este viernes después de que el gobierno de Estados Unidos, en cabeza de Donald Trump, ordenara un bombardeo en Bagdad, Irak, en el que murió el comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, Qasem Soleimani, considerado el segundo hombre fuerte del gobierno iraní.
En dicho ataque también fue asesinado el jefe adjunto de Hashd al-Shaabi o Fuerzas de Movilización Popular (PMF) de Irak, Abu-Mahdi al-Muhandis.
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“El secretario general ha abogado constantemente por la reducción (de la violencia) en el Golfo. Está profundamente preocupado por la reciente escalada”, añadió Farhan Haq, portavoz de Guterres.
A su vez, Guterres remarcó que “este es un momento en el que los líderes deben ejercer la máxima moderación”.
Entre tanto, a primeras horas de la mañana, Trump escribió en Twitter que “el general Qasem Soleimani asesinó e hirió seriamente a miles de estadounidenses a lo largo de un gran período de tiempo, y estaba planeando asesinar muchos más... ¡pero fue atrapado!”.
El embate contra Soleimani ocurrió en medio del aumento de tensiones con EE. UU., después de que miles de manifestantes respaldados por Irán irrumpieron en la embajada estadounidense en Bagdad.
Estas agresiones contra la sede diplomática de EE. UU. se llevaron a cabo en represalia por los ataques ordenados por Washington en Irak y Siria donde fallecieron 25 combatientes de Kataeb Hezbolá, grupo integrante del PMU, que fue acusado de realizar ejecuciones extrajudiciales en Irak antes de participar en operaciones anti-Daesh/ISIS en el país en 2017.
Con información de la Agencia Anadolu
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