Después de 5 meses el sendero a Monserrate también volvió a abrirse al público de 7 de la mañana a 2 de la tarde. Cerca de 30 funcionarios del IDRD acompañaron a los ciudadanos en el ascenso, verificando que cumplieran con los protocolos de bioseguridad a lo largo de los 1.605 escalones.
Madrugó para no perderse el reencuentro con su recorrido favorito. A las siete de la mañana don Octavio, de 74 años, llegó al inicio del ascenso. Antes de empezar nos dijo que su tiempo subiendo hasta el santuario era de 20 minutos. Lógicamente fracasamos en el intento seguirle el paso. Diez minutos después nos encontramos con Gabriel Naranjo de 69 años, quien hasta antes de la pandemia subía al cerro sábados, domingos y lunes festivos.
“Me hacía mucha falta volver, porque yo subo no solamente como deportista sino como peregrino a visitar al señor de Monserrate”, nos contó Gabriel Naranjo.
En esta oportunidad la iglesia estaba cerrada, así que siguió su camino en una jornada netamente deportiva. A las 7:30 ya nos estábamos acostumbrando a los 3.152 metros de altitud y dimos en el camino con Maritza Mejía, quien decidió subir descalza por una causa especial.
“Cuando empezó lo de la pandemia dije que, si pasaba todo, o sea con mi familia que no pasara nada con nuestro trabajo, por agradecimiento iba a subir tres veces seguidas descalza a Monserrate”, asegura Maritza Mejía.
Solos, en pareja o en familia decidieron asistir los 5.200 usuarios que disfrutaron de la reapertura del sendero peatonal al santuario de Monserrate.
Lo más importante que entendamos es que es de cultura ciudadana, que es una tarea de todos. Y esto dictará si se pueden seguir abriendo estos espacios o cerrarlos nuevamente”, señaló Javier Suárez, subdirector de parques.
Este espacio estará abierto de jueves a domingo inicialmente con un aforo del 35% y acatando todas las normas de bioseguridad.
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