Hospital San Juan de Dios | Fotografía tomada de la Alcaldía de Bogotá.

El Hospital San Juan de Dios fue un símbolo de la salud a nivel nacional, pero se ha venido convirtiendo en una ruina que a veces funciona como talismán político.

Si sus paredes hablaran, narrarían siglos de historia. Como, por solo mencionar uno, la creación del programa “Madre canguro”, del profesor Edgar Rey, que ha permitido salvar la vida de miles de bebés prematuros. Allí, a lo largo de los años, se atendieron heridos de momentos históricos como el Bogotazo, la tragedia de Armero, la toma y retoma del Palacio de Justicia, entre otros.

Sobre la década de los 90, el hospital atravesó una crisis financiera que coincidió con la implementación de la Ley 100 de 1993. Esto llevó a que el San Juan de Dios fuera declarado inviable a nivel financiero, lo que produjo su posterior clausura en el año 2001.

El cierre del hospital generó una fuerte crisis laboral, viéndose obligado a incumplir con los pagos a varios de sus funcionarios, que incluso se fueron a vivir a las instalaciones del centro médico en busca de soluciones. En el año 2002, el Congreso de la República emitió la Ley 735, por la cual el San Juan de Dios y el Hospital Materno Infantil, fueron declarados Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación.

 

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¿Qué pasa ahora?

Actualmente se debate sobre la demolición o reforzamiento estructural de la Torre Central del complejo hospitalario, una disputa que viene desde las administraciones distritales sucesivas de Gustavo Petro, Enrique Peñalosa y Claudia López.

Durante la Alcaldía del año 2019 y el 2020 se adjudicó y se firmó un contrato con la firma española “Copasa” para demoler esta torre y así poder construir un nuevo hospital allí. Dicho contrato, que contempla un valor de 466 mil millones de pesos, no se ha ejecutado justamente por la declaratoria patrimonial del espacio y la objeción del Gobierno Nacional a través del Ministerio de Cultura.

Aún es incierto si esta torre se demolerá o no.

En el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, en el artículo 298, quedaron contempladas unas facultades extraordinarias para el presidente de la República, de manera que pueda intervenir el San Juan de Dios y el Materno Infantil.

El texto legal dice: “Adquirir a título gratuito u oneroso la infraestructura que corresponde al Hospital San Juan de Dios-Instituto Materno Infantil, y crear la entidad pública de la rama ejecutiva del orden nacional que utilice dicha infraestructura para la prestación de servicios de salud y/o la investigación en salud, así como para las reglas para su funcionamiento”.

¿Cómo está el panorama de salud?

En Bogotá, según cifras del Observatorio de Salud, hay 2,1 camas por cada 1.000 habitantes, cuando la recomendación internacional, según expertos, debe ser de 2,5 camas por 1.000 habitantes. Según el proyecto del nuevo San Juan de Dios, estipulado durante la administración de Enrique Peñalosa, el Hospital en su primera etapa aportaría a la ciudad 46 consultorios en 27 especialidades, siete salas de cirugía y 312 camas.

Según el informe más reciente de la encuesta “Bogotá Cómo Vamos”, el 57 % de los capitalinos opina que la salud es el tema al que la Alcaldía debería prestar mayor atención en la ciudad.

 

 

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Desde el ámbito de profesionales de la salud, Colombia ocupó el último lugar en el número de enfermeras y médicos por cada mil habitantes en todos los países de la OCDE. Una cifra que nos permite revisar la importancia del San Juan de Dios y su eventual reapertura para el fortalecimiento del sector salud desde el talento humano y la formación principalmente de especialistas, pues en el país hay tan solo 0,4 por cada mil habitantes.

¿Qué avances hay?

El complejo hospitalario lo componen 24 edificios, 17 de los cuales tienen mayor valor patrimonial. Actualmente, se adelantan intervenciones y adecuaciones en el Hospital Materno Infantil, pero también se anunció el inicio de obras para la restauración de los edificios Siberia y Mantenimiento. Para Siberia, según información de la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá (ERU), se estipuló un presupuesto de más de 14 mil millones de pesos, allí se adecuará el Laboratorio Museo de la Medicina y la Salud de la Universidad Nacional. Por otro lado, las obras en el Edificio De Mantenimiento tendrán un presupuesto de más de 13 mil millones y se realizarán para la adecuación de uso dotacional educativo.

Actualmente, según información del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC), están en proceso de ejecución contratos de consultoría para una futura intervención en los edificios: Paulina Ponce de León, San Lucas, San Eduardo, San Roque, San Jorge, Inmunológico, Cundifarma, Salud Mental, Capilla, Convento, Jardín Infantil, Enfermedades Tropicales, Santiago Samper y San Pedro Claver.

 

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Se estima que para el 2024 empecemos a ver algunas de las intervenciones materializadas, sobre todo para los más de 360 mil habitantes de las localidades Santa Fe, Mártires, San Cristóbal, Antonio Nariño, Rafael Uribe y La Candelaria, que se verían beneficiados con la eventual reapertura de este histórico centro de la medicina colombiana.

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Por: Daniela Espitia

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