Tener mascotas requiere de diferentes cuidados y atenciones, por ello si se tiene hijos se debe tener en cuenta que la educación de los dos es relevante.

Los lazos de afecto se deben propiciar desde temprana edad y crear estímulos que lleven a los niños a adquirir responsabilidades y destrezas con las mascotas, como por ejemplo, adquirir sentido para cuidar de ellos, lidiar los tiempos en los que están solos, crear independencia de sus padres.

Hay que evitar que los niños tengan miedo de acercarse a un animal por no tener alguna clase de contacto con los mismos antes. Cuando se integra ese nuevo miembro de la familia se debe saber que también forma parte de la misma y que por consiguiente, los hijos no solo deben jugar con ellos al igual que los padres, sino cubrir parte de las responsabilidades de higiene.

En la familia, la responsabilidad es de todos, lo que lleva a que se cuiden y se estrechen las relaciones sentimentales, incluyendo a la mascota, debido a que ellos tienen ese instinto de protección.

Para que haya una corresponsabilidad en el acto de sacar a la mascota a pasear  y no se vuelva un episodio aburrido. Se deben implementar estrategias de juego que saquen de la cotidianidad a sus dueños y a sus mascotas, como por ejemplo ir a pasear e inventarse a encontrar algún tesoro perdido, practicar deportes, realizar paseos por distintos espacios, enseñarle a los niños como deben hacer para cruzar de la manera correcta las avenidas y calles junto a su mascota, agarrar bien la correa y de qué manera se pueden acercar a otros animales con los que no se ha tenido contacto antes y evitar algún peligro.

Una educación activa, permitirá que los niños tengan mayor promoción en su parte intelectual y que no estén pegados al televisor o a los videojuegos, de igual modo se van a divertir y a aprender sobre su mascota, a conocerse a sí mismos y gozar del tiempo en familia.

Las actividades que se planeen para la diversión, no pueden tener ningún elemento corto punzante, lo más aconsejable es llevar pelotas, aros, cuerda o frisbees que sean de plástico, de modo que los integrantes no se vayan a lacerar con esos objetos.

En relación a los juegos con los gatos, se debe ingeniar la forma de crear sus propios juguetes, ya que estos animales no salen mucho a los parques, pero lo que sí les gusta son las pelotas, los obstáculos y por supuesto, las rascaderas. Así que todo eso pone a trabajar la mente de los niños en la promoción de su creatividad.

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