Colombia es un país muy diverso, pero también es un lugar con muchos estereotipos y prejuicios que terminan encasillando a los habitantes en cada una de sus regiones.
Que todas las santandereanas son bravas, que los rolos no saludan, que los costeños son flojos y los pastusos inocentes. Estos son solo algunos de los prejuicios sociales que se han extendido a lo largo y ancho del país.
Los pastusos han tenido que lidiar con una gran cantidad de chistes que surgen a partir de su forma de hablar y su carácter pasivo.
La fama de "bravos" de los santandereanos ha trascendido este departamento, una fama que sobre todo ha sido adjudicada a las mujeres de esta zona del país.
Los costeños, aunque lleguen primero al trabajo, siempre han sido señalados como flojos, además de parranderos y "folclóricos".
Como los más regionalistas son calificados los paisas, quienes además lidian con su fama de ser buenos para los negocios y muy "avispados".
Los bogotanos, por su parte, llevan consigo la marca social de vivir en el afán, no saludar y ser "creídos" y "gomelos".
Sin embargo y más allá de los estereotipos y de las diferencias evidentes entre los habitantes de cada región, Bogotá se ha convertido en una ciudad que los acoge a todos y en la que, se ha demostrado, los bogotanos somos todos los que habitamos esta ciudad.
Lea también: La mejor ensalada de frutas de Bogotá se consigue en la Plaza El Restrepo
Para ver todas las noticias de Bogotá visite www.conexioncapital.co. Encuéntrenos también en Facebook como Canal Capital.