Los genes y hasta el tipo de sangre que tenga una persona pueden contribuir a desarrollar de manera más agresiva el coronavirus, así lo señalan investigadores de la Universidad Javeriana.
El tipo de sangre en un contagiado podría predecir o dar indicios muy fuertes de cómo va a evolucionar la infección por COVID-19 en caso de que llegue a adquirir el virus.
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“Las personas del grupo A tienen una susceptibilidad mayor a hacer cuadros respiratorios graves. ¿Esto quiere que los a van a infectarse gravemente? No. solamente que tienen un mayor riesgo de que eso suceda”, explica Ignacio Zarante, médico genetista Universidad Javeriana.
A las razones para que existan estas diferencias a la hora de desarrollar la enfermedad también se asocian grupos de genes particulares de cada persona, “que demuestran que hay algunos genes asociados a infectarse o no con la COVID-19 o a tener una mayor susceptibilidad a que los cuadros respiratorios sean más graves”.
Más allá de que las personas mayores tengan más riesgo de desarrollar consecuencias graves que las puedan llevar a la muerte o que siendo jóvenes corran un mínimo riesgo, los factores genéticos pueden ser más determinantes en la manera cómo el virus se desarrolla en el cuerpo de cada persona.
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