En eureka hablamos de la representación de las chicas en los medios de comunicación y la hipersexualización es uno de los términos clave: ¿sabes a qué hace referencia?
¿Te has puesto a pensar alguna vez sobre qué implicaciones tiene que una chica quiera verse en la vida real como los personajes que ve en televisión? Su apariencia sería, seguramente, como la de una mujer adulta, pues no hay tantos modelos de niñas y adolescentes que sirvan como referencia para las chicas (o eso vimos en nuestro mes de #ChicasSinFiltro), ¿verdad? Y si los hay, suelen estar construidos desde diferentes estereotipos que han permanecido por años en la sociedad.
De hecho, muchas veces vemos en películas, series de televisión y en las redes sociales a chicas con características de una mujer adulta. Allí es cuando hablamos de hipersexualización: se le da valor a los atributos sexuales por encima de las otras cualidades que puedan tener; entonces vemos chicas maquilladas, que resaltan partes del cuerpo como los senos o la cola para verse como los modelos de belleza que han visto en los medios, que caminan o actúan como alguien mucho mayor. ¿Alguna vez habías escuchado el término?
¡Y no solo pasa con sus cuerpos o la forma de expresarse! La hipersexualización afecta los comportamientos, los juegos, la ropa, cómo disfrutan de la música, del baile, de su vida, en general. Como consecuencia, la mujer termina siendo un objeto de consumo reducido a fines sexuales… ¡Y así limita todas las posibilidades de ser! De hecho, por eso hablamos también de “cosificación”: las niñas terminan viéndose simplemente un cuerpo, sin importar sus atributos internos, cualidades, habilidades, talentos…
Es allí cuando empiezan a desarrollarse comportamientos violentos que las afectan, como recibir mensajes de acoso (muchas veces por adultos), crear contenidos con ellas en donde no se sienten cómodas o no permitirles expresarse como lo que son: niñas y adolescentes que están explorando su identidad.
¿Qué consecuencias tiene la hipersexualización?
Si alguna vez has notado que solo se fijan en tu cuerpo y no te sientes cómoda con eso, ¡no es tu culpa! Es justamente una de las consecuencias de la hipersexualización de las niñas y adolescentes que se da por la representación en los medios de comunicación y en las redes sociales y los roles de género que se han ido quedando en la sociedad desde hace varios siglos.
Cuando se habla de la hipersexualización de las niñas, es cuando se hace referencia a ellas como objetos de consumo: solo tienen una función (en este caso sexual) y no se les da valor por nada más.
Los medios de comunicación como la televisión y las redes sociales, apoyados en el objetivo principal de la publicidad y el marketing de vender productos, hablan principalmente de los atributos físicos de la mujer, incrementando este fenómeno porque se vuelven objetos decorativos, van solo como un accesorio a los productos que se venden (como los carros o la ropa) o el valor de lo que se ofrece aumenta si se muestra el físico de la mujer (como cuando vemos chicas en la calle o en imágenes mostrando únicamente sus atributos físicos). Eso lleva a que las chicas se sientan presionadas por responder con estos estándares de belleza exterior que ven en los medios de comunicación.
Diana Plazas, psicóloga magíster en psicología clínica y de familia, nos habló justo sobre la hipersexualización y cómo romper con esos estereotipos. “Esto viene del hecho de pensar que la mujer es un objeto que solo debe verse bonito, que solo debe estar dispuesto a conquistar, que su ámbito es el privado y debe estar allí con su pareja, con su hombre, tradicionalmente, y esto es problemático porque nos ha enseñado que debemos tener una belleza hacia afuera… Somos un objeto sexual, para el disfrute, y eso lo vemos en los contenidos.”
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Sucede, por ejemplo, cuando vemos que una presentadora debe salir en televisión en falda corta, mientras los hombres salen como quieran. Para Diana, el problema es que creemos como mujeres “que siempre debemos responder a esa imagen y no: estamos para decir muchas cosas, hablar, poner nuestra opinión y estar en un diálogo de iguales porque tenemos un lugar muy importante diferente al que siempre se le ha atribuido a nuestra belleza”.
Así que ya sabes: alza tu voz por ti y todas las #ChicasSinFiltro que rompen los estereotipos en los que la belleza y los atributos físicos son lo único que importa a la hora de relacionarte con el mundo.
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