Después de vivir durante 10 años en las calles, un hombre en Bogotá logró salir del infierno de la drogadicción y ahora estudia en la universidad para convertirse en profesional en salud ocupacional. Con 60 años de edad, el protagonista de la siguiente historia se ha convertido en un ejemplo de vida.
Mauricio Soler, casado y padre de dos hijos, inició el consumo de drogas a los 40 años, y pensó que podía manejarlo, pero la adicción terminó por salirse de control.
Se salvó de morir en dos balaceras de las mafias que controlaban la olla que frecuentaba, pero un accidente que sufrió tiempo después llevó a que tomara consciencia que debía iniciar su recuperación. Ingresó a una comunidad auspiciada los programas del Distrito para personas en situación de consumo de estupefacientes y allí pudo iniciar otro capítulo en su vida.
“Tome un día la gran decisión de cambiar mi estilo de vida e inicie un programa de recuperación en la comunidad de vida hogar el camino que hace parte de la Secretaría de Integración Social” agregó Mauricio.
Antes de su adicción, Mauricio había estudiado mecánica industrial, trabajó en una entidad bancaria y hasta en una petrolera en Venezuela. Tras su recuperación terminó sus estudios secundarios y en la actualidad es estudiante universitario de salud ocupacional.
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