Juan José Pérez expone que todo se dio en medio de un procedimiento de requisa de la Policía, cuando compartía una cerveza con dos amigos.
Los Policías habrían accionado un taser directo al rostro del joven, por lo que se le habría incrustado un gancho de este elemento, según sus declaraciones.
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“Los médicos que me atendieron intentaron sacar el proyectil con pinzas. Me durmieron totalmente. Cuando me levante y tomé conciencia, me tomé una foto con el celular y vi que no estaba el proyectil en la cara”, expuso el denunciante, Juan José Pérez.
Señala que los agentes de la Policía dispararon a un metro de distancia e intentaron retirarle los ganchos del pómulo a la fuerza.
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“Los oficiales se acercan hacia mí, de reojo los alcanzo a ver y les mando el manotazo. Les digo que se alejen, que no me toquen. Cuando hago eso el oficial me dispara y me da los choques eléctricos”, expuso Pérez.
El joven explica que teme por su ojo, que persiste el dolor al hacer gestos, comer o dormir debido a que restos del taser quedaron incrustados en el pómulo. Este tendrá que ser retirado en un mes, mientras espera respuesta de las autoridades, luego de poner la debida denuncia.
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