Debido al confinamiento son varios los animales que han aparecido en la ciudad.

Después de un tiempo sin salir por las restricciones de la cuarentena, este grupo pudo hacerlo con un permiso de la Alcaldía Mayor de Bogotá para recoger las cámaras espía que dejaron en el humedal La Conejera.

Jeny Suárez, administradora del humedal, dio algunas indicaciones de los lugares donde es más aconsejable poner las cámaras.

A pesar del encierre al que se ha enfrentado la humanidad, la marca que deja es imborrable: el plástico. 

Aquí la historia completa:

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