En los últimos días en Bogotá, se han presentado masivas jornadas de movilizaciones sociales, dichas marchas llegan a extenderse hasta altas horas de la noche en donde cientos de operadores de aseo deben esperar a que todo se tranquilice para cumplir con su labor. Conoce las historias de dos trabajadoras de la empresa PromoAmbiental quienes diariamente hacen que la ciudad se mantenga y se vea limpia.
Nelly Cantillo, inicia su día entre las 6 y 7 de la mañana les prepara el desayuno a sus dos hijas y tiempo después, prepara el almuerzo para dejarles todo listo, sus hijas de 12 y 5 años. En los últimos días, tras las protestas, ha tenido que salir más temprano para llegar a las 12:30 m e iniciar su turno de trabajo a la 1 de la tarde.
“Estoy de acuerdo con el paro nacional, aunque me siento un poco indignada porque hay personas que no marchan de forma pacífica, es muy desconsolador lo que está pasando aquí en la ciudad, hay muchas maneras de protestar la cultura, caravanas, música, pero no hay que llegar a la violencia”.
Esta mujer oriunda del Banco, Magdalena tiene como labor mantener limpias las calles de Bogotá, es una de las “Escobitas” como coloquialmente les dicen, se viste con traje verde, una gorra del mismo color y lleva un “carrito” con todos los implementos que necesitan, ella se enorgullece de su trabajo.
“Me gusta lo que hago, lo amo, ahorita que estoy aquí en Promoambiental me he concientizado con el medio ambiente, hago la separación de residuos en casa junto a mis hijas, a veces cuando voy por la calle y la gente bota un papelito me da como mal genio”.
Nelly además de realizar la recolección, barrido y limpieza de residuos sólidos, cuando hay manifestaciones debe recoger escombros, palos, piedras y hasta ladrillos, cuenta que estos días han sido bastante pesados para ella y sus compañeros por la cantidad de residuos recolectados.
Ella culmina su trabajo a las 9:00 p.m., toma un Transmilenio que la lleva hasta el Portal de Las Américas, y finalmente llega a su casa a las 10:00 p.m., para abrazar a sus hijas dando por terminada su importante labor en la ciudad.
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Por su parte, Erika Martínez es una de las cientos de mujeres y hombres que mantienen limpia a la ciudad, todos los días se dirige en moto o a veces en bicicleta a su trabajo, vive en la localidad de San Cristóbal con sus tres hijas de 9,13 y 15 años.
Erika relata que casi siempre deben esperar a que se calmen los ánimos, para que ella junto a sus compañeros de trabajo, puedan recolectar los residuos, estos días se han recolectado 12 toneladas de escombros en las manifestaciones e incluso pide a las personas ser más conscientes.
“Hago un llamado a la ciudadanía, que tengan más consideración con nosotros, porque nos toca recoger harto, que nos tengan más en cuenta porque arrojan demasiada basura a las calles y hay gente que contamina mucho el ambiente, debemos cuidar nuestra ciudad y sobre todo el planeta Tierra”.
La jornada de Erika culmina a las 9:00 p.m. que para muchos otros operadores es la hora de inicio de trabajo, quienes durante toda la noche y madrugada se encargan de que las calles y avenidas queden relucientes, varios de los escombros que dejan las protestas deben ser removidos a través de camiones doble troque que tienen capacidad de 12 y 15 toneladas.
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