Así cayeron las bandas criminales más peligrosas de Bogotá

Según todas las encuestas, la seguridad es uno de los temas que más preocupa a los ciudadanos, no solo en Bogotá, sino también en las grandes capitales del país.

Los hechos delincuenciales que se registran a diario en medios de comunicación, atraen la atención de la comunidad y generan un ambiente de zozobra permanente, esto a pesar de que las cifras digan lo contrario.

"El principal y el más importante para cualquier sociedad, es el de homicidios. Tenemos una reducción del 11 %, aproximadamente 760 homicidios en lo que va corrido del año y es la tasa de homicidios más baja de la historia. Adicionalmente a eso, tenemos una reducción en lesiones personales del 18 %", indicó María Lucía Upegui, subsecretaria de Seguridad de Bogotá.

Además de crear la Secretaría de Seguridad, la Alcaldía de Enrique Peñalosa ha triplicado el presupuesto destinado para este tema en la ciudad, que ha permitido desmantelar más de 400 bandas delincuenciales a partir de 2016.

La banda del Cucho

El Viejo, El Cucho Jorge, Ómar o El Paraco, son algunos de los hombres que conformaban esta organización. Sobre ella cae al menos 20 homicidios.

"En el mes de Junio, después de ocho meses de investigación, se logra la desarticulación de la estructura delincuencial, en donde se capturan 12 personas. Se logra la incautación de 17 armas de fuego, una granada de fragmentación, más de 10.000 dosis listas para ser comercializadas de estupefacientes", manifestó Jair Eduardo Campo, investigador de la Sijín.

Ese día, alias El Viejo, quien permanecía escondido en una finca ubicada en el municipio de Viotá, Cundinamarca, logró escapar de la acción policial.

"Por información recaudada a través de fuente humana, de colaboradores, se logra establecer de que se está reestructurando, situación que nos hace acelerar el proceso de dar con la captura de esta persona", dijo el investigador.

Durante los siguientes 20 días, los investigadores le siguieron cada uno de sus pasos y mediante una interceptación telefónica, lograron establecer que había regresado a Bogotá, con el objetivo de continuar sus actividades criminales.

A este hombre se le sindica de hacerse pasar como paramilitar, pues mediante panfletos y amenazas de muerte, habría obligado a varias familias a abandonar sus viviendas. El Viejo, quien tiene antecedentes por receptación, hurto calificado, porte ilegal de armas, secuestro, falsedad en documento público, fuga de presos y tráfico de sustancias psicoactivas, fue puesto a disposición de las autoridades judiciales, por los delitos de homicidio agravado en calidad de determinador y concierto para delinquir con fines de tráfico de estupefacientes.

Los del Cerro

Los habitantes de varios sectores de la localidad Rafael Uribe Uribe, en especial los del sector El Tango en el barrio La Colina, estaban atemorizados. Desde hace dos años, una estructura criminal conocida como Los del Cerro o La Banda de Stiven, que se dedicaba a la venta de estupefacientes, había tomado el control de la zona, bajo amenazas a quienes se oponían a su accionar criminal.

"Logramos identificar que se trataba de una estructura familiar, que era de tradición para cometer este tipo de delitos como la venta de estupefacientes (...) una vez asesinan a su líder, que era alias Rasguño, el hijo, que creció viendo todo este ambiente criminal, quiso posesionarse o tomar el lugar de su padre. Para ello participó en unos diez homicidios", explicó el mayor Álex Venegas, director de la URI de la Policía Metropolitana de Bogotá.

A plena luz del día, en parques y en los alrededores de colegios, Los del Cerro expendían droga obteniendo ganancias aproximadas a los 3 millones de pesos diarios.

El pasado 11 de septiembre, tras un exitoso operativo de la Policía Metropolitana de Bogotá, los nueve miembros de esta peligrosa banda delincuencial fueron puestos a disposición de la justicia por los delitos de homicidio agravado, concierto para delinquir con fines de microtráfico y porte de armas de fuego. Un juez los cobijó con medida de aseguramiento.

Los Oportunistas

En el historial criminal, eran conocidos como Los Oportunistas, Los Ejecutivos o Los Extranjeros. Utilizaban una camioneta de platón, para movilizarse y evitar levantar sospechas, mientras recorrían las calles, eligiendo el establecimiento al que ingresarían a cometer los hurtos.

Así los describió la Policía el pasado 25 de septiembre, día en que en el barrio Santa Fe de la localidad de Los Mártires, donde residían varios de ellos, fueron allanados tres sitios y capturados cuatro sujetos cuyas características coincidían con las de los hombres identificados en varios videos de seguridad.

Cada uno de los miembros de la estructura cumplía una función específica. Uno de ellos permanecía en la entrada del local, para alertar a los demás sobre la presencia de la Policía; los demás intimidaban a los empleados y clientes con armas de fuego, amordazaban a las víctimas y las encerraban en los baños o las bodegas, para poder hurtar las pertenencias y emprender la huida sin que alertaran de inmediato a las autoridades.

"A través de la metodología Diore, nosotros categorizamos estas estructuras entre las tipo A, tipo B y tipo C. En Bogotá tenemos identificadas que, en su gran mayoría son estructuras tipo C, son las que más afectan la seguridad ciudadana. Digamos que dentro de estas estructuras tenemos identificadas a todas las que se dedican al hurto en todas sus modalidades, como es el hurto a personas, de bicicletas, automotores, hurto a comercio y hurto a residencias, y obviamente el tráfico de estupefacientes", aseveró el mayor Álex Venegas, director de la URI de la Policía Metropolitana de Bogotá.

Los Curtidos

La banda de Los Curtidos, conformada estaba conformada por un clan familiar: La Mona, su pareja sentimental, Sergio y sus dos hijos; Brayan y Duver, además de otro sujeto conocido como Patas.

Los Curtidos operaban en la localidad de Rafael Uribe Uribe, principalmente en los sectores de Granjas de San Pablo, Lomas y Pesebre. Habían logrado extender su accionar delincuencial a las localidades de Usaquén y Suba.

Engañaban a los taxistas solicitándoles servicios de transporte, los llevaban a lugares despoblados, que ellos mismos ya tenían identificados, donde los amenazaban con armas de fuego e incluso los lesionaban si se oponían a los atracos. Les quitaban celulares, dinero y elementos de valor.

Los investigadores de la Sijín de Bogotá recopilaron 10 denuncias de conductores que fueron víctimas de esta estructura y junto con las evidencias, fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales el pasado 18 de septiembre, por los delitos de concierto para delinquir y hurto calificado, siendo cobijados con medida de aseguramiento.

¿Qué estrategias han contribuido a estos grandes golpes contra el crimen?

Para la Secretaría de Seguridad, ha sido importante el trabajo articulado con las autoridades competentes para dar con la captura de los delincuentes.

"(...) el reto para el trabajo de desarticulación de esas bandas, no solamente en Bogotá, implica un proceso de inteligencia grande y de articulación con las otras ciudades muy importante y muy minucioso. También digamos que es la manera de lograr una mejora en la ciudad", puntualizó María Lucía Upegui, subsecretaria de Seguridad de Bogotá.

Por su parte, el mayor Álex Venegas, director de la URI de la Policía Metropolitana de Bogotá, manifestó que dar golpes contra la criminalidad ha sido satisfactorio para la institución.

"Para nosotros es muy especial desde la Policía Metropolitana de Bogotá, ver ahorita sectores aquí en el centro de la ciudad como es el Bronx, en el que ya se respira un ambiente de tranquilidad, que ya se ha hecho un trabajo para recuperar niños, niñas y adolescentes. Entonces, es demasiado satisfactorio para nosotros como integrantes de la fuerza pública estas operaciones", dijo.

Durante la administración de Enrique Peñalosa, la ciudad ha pasado de tener 400 a 4.000 cámaras con sistema de videovigilancia conectado con la Policía. Adicionalmente, se han destinado 86.000 millones de pesos para parque automotor.