La administración distrital avanza en la implementación de soluciones que permitan garantizar opciones de vivienda para la población de menores ingresos en la ciudad. La Secretaría de Hábitat reveló cifras de la situación de vulnerabilidad que en materia de lugares de habitación se vive en la capital del país.
Situaciones como la falta de acceso al crédito, el reporte de ciudadanos en centrales de riesgo, las dificultades generadas por la pérdida de empleos durante el coronavirus, o la carencia de ingresos, han llevado a que un número significativo de habitantes de Bogotá tengan dificultades para garantizar una vivienda digna.
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“Tenemos casi 900.000 hogares que viven en condición de viviendas precarias que no necesariamente tienen acceso a un urbanismo digno, o no tienen servicios públicos o tienen un hacinamiento mitigable o las condiciones estructurales de su vivienda no le permiten vivir de una manera digna”, dice Nadya Rangel, secretaria de Hábitat.
Recordó durante su participación en un foro internacional sobre lucha contra la desigualdad urbana que a pesar de que el gobierno distrital ha entregado subsidios de arrendamientos hasta por tres meses, además de otros alivios para manutención o pago de servicios, es alto el número de personas que han tenido inconvenientes para cumplir con sus obligaciones.
“Porque en Bogotá el 48% de los ciudadanos son arrendatarios y de ese 48% en la estratificación en Colombia que va del 1 al 6, siendo en 1 y 2 los más vulnerables o la población vulnerable entre el 1 y el 3% es el 88% de la población de Bogotá que vive en arriendo”, afirma.
Para la secretaria la situación del coronavirus también reveló que no solo hay informalidad laboral en los estratos 1 y 2, sino en los estratos 3, 4 y 5 con las dificultades que han tenido para el pago de servicios públicos.
“Muchas de las personas en la ciudad que dejaron de pagar pertenecen a los estratos 3 y 4, porque efectivamente muchos de ellos de salarios y de ingresos como trabajadores independientes que al cerrarse las empresas, que al cerrarse las consultorías y demás como profesionales dejaban de recibir ingresos”
Hasta el mes de abril de 2020, y con respecto a igual periodo del año pasado, 60 mil personas perdieron su empleo en la ciudad por lo que se busca que con los programas de reactivación de construcción de vivienda y obras públicas, lo puedan recuperar.
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