A pesar de los avances en los últimos años, el país aún no cuenta con una infraestructura amplia y moderna que le permita mejorar su competitividad carreteras, puertos y terminales aéreas, serán solo algunas de las obras que tendrá que terminar quien sea el próximo presidente.
El primer reto del próximo presidente, según los expertos, es garantizar la continuidad de las vías de cuarta generación y superar el rezago en infraestructura vial, pues hoy el país tan solo cuenta con 1266 km de vías en doble calzada.
Otro de los desafíos esta en implementar políticas públicas que promuevan la participación de pequeñas y medianas empresas de ingeniería dedicadas al diseño y construcción de obras, la consultoría en estudios y la interventoría de proyectos.
Para quien llegue a ocupar la Casa de Nariño, otro desafío está en la correcta implementación que permite estandarizar los requisitos con los que se evalúan las propuestas de los diferentes licitantes.
Además es indispensable implementar el Plan Maestro de Transporte Intermodal que promueve la construcción de corredores ferroviarios como el del San Juan del Cesar y la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena.
La construcción de El Dorado 2, la terminal aérea que estará ubicada en Madrid y Facatativá, Cundinamarca, y que tendrá capacidad para más de 7 millones de pasajeros al año, debe ser otra de las prioridades del nuevo presidente.
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