Decenas de miles de argentinos se movilizaron el miércoles en todo el país para reclamar una solución a la violencia contra las mujeres, luego de una serie de asesinatos que conmovieron a la opinión pública en las últimas semanas.

En Buenos Aires, una multitud marchó bajo la lluvia por las calles bajo la consigna #NiUnaMenos para demandar un freno a los feminicidios y las agresiones a mujeres, en una protesta que se replicó en otras ciudades del país y de América Latina, donde la violencia de género es un problema arraigado.

"Quiero hacer las mismas cosas que hacen los hombres, quiero salir a las 3 de la mañana y que no me pase nada, quiero usar pollera (falda) en verano y que no me digan nada", dijo Victoria Vázquez, una joven que se movilizó en la capital argentina. "Quiero estar tranquila en la calle y que nos paren de matar".

Los manifestantes, entre ellos muchas mujeres vestidas de negro en homenaje a las víctimas, llevaban carteles con mensajes antimachistas y detalles de casos de violencia de género y entonaban cánticos como "Ni una menos/vivas nos queremos".

La semana pasada, la sociedad argentina fue sacudida por el macabro crimen de Lucía Pérez, una adolescente de 16 años que según las autoridades fue asesinada tras ser sometida a brutales vejámenes sexuales en la ciudad costera de Mar del Plata. Dos hombres han sido detenidos, acusados de ser los autores del crimen.

"No puede haber más feminicidios. Crecen, son más cruentos, más perversos", dijo en un video la jueza de la Corte Suprema Elena Highton de Nolasco, que señaló que en octubre hubo un caso por día.

Cada 30 horas una mujer es asesinada en Argentina, según datos del organismo especializado La Casa del Encuentro.

Desde 2009 una ley protege a las mujeres ante diversos tipos de violencia, desde la física y sexual hasta la psicológica y la discriminación laboral, pero muchas veces los casos de agresión doméstica son tratados judicialmente como conflictos privados.

La movilización fue precedida por "huelga de mujeres" de una hora, durante la cual miles de trabajadoras abandonaron sus actividades para apoyar simbólicamente la causa, compartir sus imágenes en redes sociales o protestar en las calles.

Varias oficinas públicas limitaron su operatoria al mediodía del miércoles en adhesión al paro contra la violencia de género.

"El cese de actividades apunta a visibilizar y poner fin a la violencia de género y a otras prácticas de discriminación que impiden que las mujeres y colectivos de la diversidad sexual tengan acceso a sus derechos económicos y sociales", explicó el Ministerio Público de la Defensa en un comunicado.

*Texto e imágenes tomados de Reuters

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