Los estudios de género le pusieron lupa al concepto de masculinidad y acuñaron el término como una construcción cultural que define cuál es el rol de los varones en las sociedades e incluye rasgos como la valentía, la asertividad, la fuerza muscular e intelectual, la virilidad, la ambición y la agresividad, entre otras características.

Al mismo tiempo llegó el término de ‘masculinidades tóxicas’, que se originó al interior de movimientos masculinos en los años 80 y 90 como una forma de análisis y autoayuda que alcanzó popularidad y sirvió para señalar comportamientos que tenían algunos mientras generaban daños a la sociedad y a sí mismos.

¿Qué es la masculinidad tóxica?

La masculinidad puede llegar a ser tóxica cuando un rasgo como ser dominante o competitivo se exacerba y llega a extremos en los que se exhiben actitudes misóginas, homófobas o que promueven la violencia.

Al respecto, Henry Murraín, subsecretario de Cultura Ciudadana, se refirió a lo que se le atribuye ser “un macho” en una sociedad.

“Las construcciones de género son culturales y eso nos impone unos relatos sobre lo que significa ser hombre o mujer, que ninguno de nosotros lo decidió cuando nació, pero uno inevitablemente la apropia y la inculca inconscientemente”, dijo Henry Murraín, subsecretario de Cultura Ciudadana.

Murraín también se refirió a las manifestaciones sociales sobre la masculinidad: los hombres no expresan sus emociones, los niños no lloran, porque eso es ser niña.

“El machismo ha generado una representación de los hombres y mujeres inequitativa vulnerando el derecho a las mujeres en muchas dimensiones y generando también una serie de imposiciones a los hombres sobre lo que se espera de ellos”, mencionó Henry Murrain.

Otro de los expertos que llegó a Sin Excepciones, de Mesa Capital, planteó el paradigma del amor y lo que desencadena una ruptura amorosa en los hombres.

“Hemos hecho un desglose de lo que se entiende por amor y encontramos que se dividen en tres columnas: la de sentir amor, una necesidad primitiva, la segunda la relación de amor y la tercera es la capacidad de amar”, indicó Daniel Mora, confundador sextima.co 

Independientemente del rol social, no está mal pedir ayuda, por eso el Distrito creo una línea telefónica llamada ‘Calma’, un espacio de atención exclusivo para hombres que ayuda a reducir la tasa de crisis emocionales, como los celos y rupturas amorosas que podría terminar en violencia contra la mujer. 

“No podemos continuar con un discurso de rechazo al machismo, sino generar herramientas que permitan hacer cambios en la sociedad, lo que permita que los hombres se ven de otra forma para que construyan una mejor relación con su pareja y su familia”, expresó Murrain

Entender las dinámicas humanas podría ayudar a desdibujar el machismo porque tanto hombres como mujeres están en capacidad de sentir lo mismo, lo más importante es entender la cultura en la que se nace y crece y cómo desarrollar el rol con el que cualquier ser humano se sienta cómodo, sin perjudicar a los demás.

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