Una carta enviada a los 15 alcaldes de La Guajira por el Comando de Dirección de las FARC desde el punto transitorio de normalización de Fonseca, a finales de marzo, con la que invitaban a los mandatarios a una reunión el 6 de abril, dio pie a un ir y venir de declaraciones que tensan la relación entre el Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, y Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’.

El primero en manifestarse fue el Alto Comisionado, quien aseguró al conocer la carta que “se puede considerar una violación al cese el fuego porque no han terminado de desarmarse y es una presión sobre la sociedad, una alteración del orden de la región, y el acuerdo claramente dice que eso está prohibido”.

Por su parte, en la mañana de este Jueves Santo, ‘Timochenko’ publicó en la página de la guerrilla su reproche a estas declaraciones, considerándolas contrarias “a lo acordado con el alto gobierno en torno a la manera y los mecanismos de abordar las diferencias que se presentan en la implementación”.

La carta de la discordia

La misiva de las Farc, con fecha del 27 de marzo, solicita a los mandatarios locales que adelanten acciones en sus territorios para garantizar la implementación de los acuerdos.

En ella reseñan cuatro tareas específicas que, según el grupo guerrillero, deben tener en cuenta los alcaldes.

El primero, “que las administraciones municipales deben inscribir sus planes de desarrollo en el plan Marco de Implementación. El segundo, “inscribir estos planes ante la Comisión de seguimiento e Impulso a la Implementación. Tercero, “organizar los planes plurianuales de cada municipio, donde se reflejen las acciones a desarrollar. Y, cuarto, “iniciar vía concejos municipales la refrendación de los Acuerdos de La Habana en función de la priorización y la implementación”.

Para Jaramillo, estas solicitudes, podrían ser consideradas por cualquier persona como una presión. “El acuerdo dice que cualquier presión a la sociedad o a las autoridades es una violación al cese al fuego”.

Y añadió: “Si las Farc quieren hacer política, si quieren interlocutar de esa manera con las instituciones, deben acelerar el proceso de dejación de armas porque no se han terminado de desarmar”.

La respuesta de Timochenko

Las palabras de Sergio Jaramillo no sentaron bien en los oídos de Rodrigo Londoño, quien explicó que el propósito de la carta enviada a los mandatarios locales era “proponerles la realización de algunas acciones conjuntas enmarcadas en la idea de trabajar en la Implementación de los Acuerdos de La Habana”.

La nota, insistió, fue “elaborada con el mejor espíritu de unificar esfuerzos para lo que se deriva del desarrollo del Acuerdo de Paz”.

Reconoció que al documento “le hizo falta una explicación más amplia y cordial en torno a los asuntos planteados”, pero consideró que las declaraciones de Jaramillo puede contribuir “a azuzar y alimentar el odio irracional de los sectores dispuestos a ahogar el país en otro interminable mar de sangre”.

Según Timochenko, la invitación al diálogo en el punto transitorio de normalización de Pondores, en la vereda de Fonseca, en La Guajira, no es un violación al cese al fuego, sino el cumplimiento de uno de los objetivos de los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial que se acordaron en el punto de Reforma Rural Integral.

Además, añadió Londoño, que “sabe perfectamente (Jaramillo) que las zonas veredales y puntos transitorios de normalización no fueron concebidos […] como guetos en los que los guerrilleros de las Farc en tránsito a la vida civil, permanecieran por completo aislados de la sociedad y sin ningún contacto con el mundo exterior. Por ello se acordó en ellos la construcción de áreas de recepción, en las que cualquier persona o funcionario podía ir a conversar con las Farc en el espíritu de los Acuerdos”, reseñó el líder guerrillero.

En lugar de hacer estas declaraciones, Londoño le pidió al Alto Comisionado que se apersone de “los reiterados incumplimientos por parte del Estado […] en vez de salir a armar frecuentes alharacas en abierta violación a lo acordado con el alto gobierno”.

Frente a la posible violación o no del cese al fuego, el Mecanismo de Monitoreo y Verificación lo único que aclaró frente es que como no se dio ninguna reunión entre los alcaldes y los dirigentes de las Farc en La Guajira, “no constituye ningún incidente por lo que no pasó”, dijo el coltralmirante Orlando Romero Reyes, representante del Gobierno Nacional en el mecanismo tripartito.

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