Cerca de 400 ballenas piloto murieron luego de quedar varadas en una remota isla de Nueva Zelanda.

Medios locales, junto con el Ministerio de Conservación, registraron centenares de cetáceos muertos en una zona poco profunda llamada Farewell Spit.

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Luego de los llamados a las autoridades por parte de los residentes locales, varias personas se dieron a la tarea de mantener vivas a las pocas ballenas que se encontraban aún con vida pero el número de personas presentes no dio abasto para la cantidad de cetáceos que se encontraban en peligro.

Esta no es la primera vez que se registra un incidente con estos animales, puesto que hace dos años se había realizado un operativo similar para salvar a más de 200 ballenas de la misma especie que habrían quedado varadas exactamente en la misma zona.

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Hasta el momento de desconocen los motivos que llevaron a estos mamíferos a quedar atrapados en estas aguas poco profundas, aunque varios expertos han especulado la posible verdad sobre el tema, refiriéndose a que se debe por la geografía submarina del lugar.

A pesar de que Farewell Spit sea reconocida por este tipo de accidentes, este ha sido uno de los mayores desastres de este tipo registrados en Nueva Zelanda.

Este especie de ballenas es bastante conocida en Nueva Zelanda, las apodan como calderones y llegan a medir un poco más de cinco metros de largo.

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