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jueves, abril 25, 2024

Parapapás

Detrás de Mi mundo interior

Bienvenidos al mundo interior de Candelaria, una niña de seis años con una gran imaginación, quien nos llevará por la aventura de descubrir cada una de sus emociones.  Esta serie animada de diez capítulos de cinco minutos fue creada especialmente para abordar, de una manera lúdica, el tema de la inteligencia emocional con los niños y las niñas y desarrollar en ellos el autocontrol, la confianza y empatía necesarias para convivir en paz con otros.

Los primeros cinco años de la infancia marcan la personalidad para el resto de la vida. Durante ese período los seres humanos nos relacionamos con el mundo a través de cuatro emociones básicas directamente emparentada con la satisfacción o insatisfacción de las necesidades, la curiosidad o el placer.

Sin embargo, a los cinco años tiene lugar una suerte de “primera adolescencia” en la que se despliegan al menos ocho emociones identificables: miedo, tristeza, felicidad, enojo, disgusto, amor, interés y sorpresa. Uno de los retos más importantes en el desarrollo de la inteligencia emocional de los pequeños es aprender a nombrar las emociones para posteriormente organizarlas y llevarlas al plano de la autoconciencia.

Mi mundo interior busca, en su primera fase, enseñarles a los niños y las niñas las repercusiones de nuestras emociones en la manera en que percibimos el mundo. Así, cuando Candelaria está triste, el clima se vuelve lluvioso; cuando está enojada, caen rayos y centellas; pero cuando esta feliz, sale el sol y todo brilla. En una segunda fase, la serie ofrece herramientas para identificar, nombrar y ordenar la emociones para que los más pequeños desarrollen habilidades de persistencia y superación frente a sus propias emociones y a su vez puedan entender la emociones de los demás por medio del fortalecimiento de la empatía y la confianza.

Sabemos que Mi mundo interior será un aliado al momento de dialogar y expresar las emociones de los más pequeños. Esperamos que se diviertan en familia con las ocurrencias de Candelaria y que disfruten la serie y los múltiples recursos digitales que se alojan en la página web.

Personajes de Mi mundo interior

Candelaría

Es una niña de cinco años. Alegre, curiosa, soñadora y vivaz, con una imaginación desbordante. Histriónica, dramática y de humores extremos que cambian con rapidez. Sus ojos enormes y su boca expresan con creces lo que no logra poner en palabras. También es obstinada y puede ser un poco caprichosa a veces. A pesar de sus cualidades, en presencia de extraños se siente intimidada y no hace amigos nuevos con facilidad. Tal vez por esto mismo se refugia en un mundo interior vasto y fantasioso, donde canaliza sus emociones.

Toto

Este perro mediano de dudoso linaje, blanco con algunas manchas marrones de distinto tono, es mucho, mucho más que la mascota de la familia. Siempre que no esté durmiendo la siesta hecho un ovillo en un rincón de la cama de Candelaria, Toto es el amigo inseparable, la compañía constante, el confidente y la voz de la conciencia para la niña. Porque el gran secreto de Toto, y que solo Candelaria disfruta, es que él puede hablar. Y cuando lo hace, vale la pena escucharlo. Es el mejor consejero del mundo. Tranquilo y paciente, tiene un solo miedo incontrolable: la aspiradora que papá pasa los sábados.

Fabián

Fabián, el hermano mayor de Candelaria, ya es grande. Tiene como siete. Y es capaz de sacar de quicio a su hermana con una facilidad asombrosa. Es que parece que a él siempre le sale todo bien, y disfruta viendo los berrinches de su hermana. Es que, como le dice a menudo ¨Él ya pasó por eso, cuando era pequeño¨. Pero a pesar de sus pequeñas peleas cotidianas, Fabián también es cariñoso y protector con Candelaria.

Papá

Papá tiene también su mundo propio, aunque muy diferente al de su hija. Sentado en su silla alta, encorvado sobre su mesa de trabajo, pasa el día en la pequeña habitación reconvertida en taller, entre equipos electrónicos, instrumental, teléfonos celulares y computadores para reparar. Trabaja desde su casa, lo que le permite participar en las tareas cotidianas de sus hijos y estar más en contacto con ellos. Es un papá cariñoso y compañero, que siempre tiene un momento para dejar de trabajar y jugar como uno más de los chicos. Aunque a menudo no alcance a comprender del todo el vasto mundo interior de su hija menor.

Mamá

Mamá es la gran presencia ausente. Tiene un trabajo importante como abogada en un gran estudio en el centro de la ciudad, y debe pasar casi todo el día fuera de su casa. Sin embargo esa misma ausencia condiciona la vida en la casa, con espacios que para Candelaria permanecen desiertos y en sombras, hasta que ella llega y los ilumina. Candelaria no entiende del todo lo que hace su mamá, y la extraña mucho. Pero con su ayuda va a comprender la importancia de su tarea, el amor que siente por su familia, y que ella misma los extraña cuando está fuera de casa.

Ana

Además de Toto, es la mejor amiga de Candelaria. Compañeras de escuela, Ana es especialista en saltar a la cuerda, y lo opuesto a nuestra protagonista en muchos sentidos. Extrovertida y charlatana, hace amigos con facilidad y se siente cómoda en cualquier lado. Candelaria la admira y se siente protegida y acompañada junto a ella.

Conceptos claves en Mi mundo interior

El juego: 

Dice WINICOT en su libro, REALIDAD Y JUEGO (1993) “En el juego, y solo en él, pueden el niño o el adulto crear y usar toda la personalidad, y el individuo descubre su persona sólo cuando se muestra creador, Por ello nuestro personaje se aproxima al mundo y lo descubre jugando con todos los sentidos, creando escenas lúdicas, que la tienen a ella como protagonista acompañada por su mascota y amigo Toto, con quien puede conversar como parte de la transformación del entorno que ella construye y deconstruye. Acudimos al juego en todos los episodios porque es una actividad común a todos los niños y niñas, todos saben jugar sin “aprender” a jugar, simplemente, juegan. Ella ira armando su escena lúdica, convencida que tiene “poderes” para transformar el entorno. “Cuando el niño actúa su representación, el sabe que se trata de un juego y aun así, cree en el. Lo hace tan intensamente que se alegra, se envalentona, se angustia, en fin, se emociona de verdad....” (Flesler, 2013) Es dentro de esta atmósfera emocional y lúdica que Candelaria transforma el entorno a su medida; si esta enojada, triste, asustada o angustiada, todo a su alrededor se torna gris, oscuro, deforme...en cambio cuando esta contenta, tranquila divertida y calmada, su alrededor es claro, soleado luminoso y sencillo de habitar.

La imaginación: 

Los niños durante la primera infancia tienen la capacidad de deslizarse de lo real a lo imaginario, ir y volver de lo real a lo simbólico como parte de un acto natural. Ensayan en esta etapa, la vida en acción, ya que son pura práctica que se hace idea, se hace imaginación. Tienen una existencia corporal y sensorial, el pensar, el sentir y el hacer están indiferenciados. En su libro Imaginación y creación en la edad infantil, L.S.Vigotsky describe cómo son los procesos de creación en la infancia. “Desde la más temprana infancia observamos procesos de creación que se aprecian mejor en los juegos: el niño que se imagina que va a caballo cuando monta sobre un palo, la niña que se imagina madre al jugar con su muñeca, otro que en el juego se transforma en un bandido, un soldado o un marinero. Todos esos niños muestran ejemplos de la más auténtica y verdadera creación... el juego del niño no es el recuerdo simple de lo vivido, sino la transformación creadora de las impresiones vividas, la combinación y organización de esas impresiones para la transformación de una nueva realidad que responda a las exigencias e inclinaciones del propio niño”. 

Principales emociones en Mi mundo Interior: 

Las emociones nos acompañan en un modo de estar en el mundo, no hay “buenas o malas”, Glassenap manifiesta en una entrevista sobre las emociones que para llevar una vida sana, necesitamos considerar las emociones como recursos y alentar a que la gente viva profundamente sus experiencias emocionales, considerarlas y encontrando una manera de apreciar las que son supuestamente dolorosas, o desagradables y no por ello “malas”

Describe las emociones de la siguiente manera:

Felicidad: La felicidad nos señala que estamos recibiendo algo que es visto como positivo. Nos ayuda a resolver los temas de asimilación ligados con la expansión de nuestros límites y nos motiva a obtener más de esto.

Tristeza: La tristeza nos señala la necesidad de procesar la pérdida al estabilizar nuestros límites violados. Dispara un proceso psicológico que nos permite separarnos de lo que se ha perdido y aceptar esa pérdida.

Miedo: El miedo señala la necesidad de protección ante una posible amenaza. Activa funciones físicas que protegen nuestras necesidades: huimos o nos retiramos.

Enojo: El enojo señala la necesidad de protegernos activa y físicamente de una amenaza a nuestros límites de identidad. Esta activación, sin embargo, está expresada no solo por la huída (como con el miedo) sino también por nuestro distanciamiento de la amenaza.

Disgusto: El disgusto nos señala que algo que se ha convertido en demasiado cercano nos está poniendo en peligro. Moviliza la energía para librarnos de él y para asegurar nuestros límites. Sorpresa La sorpresa nos señala que cualquier cosa es posible. Activa nuestro cuerpo, incluso si no está claro en qué dirección. 

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