Imagen de referencia, tomada de: Pixabay.

Una bogotana denunció que vive una verdadera tortura en Alemania: conoció a su pareja en Colombia, el hombre le ofreció trabajo en ese país y ella decidió viajar sin imaginar que sería víctima de agresiones físicas y sexuales. Su familia pide ayuda al Gobierno Colombiano pues ella y su hija, producto de una violación, desean regresar al país.

Laura Sánchez, animadora 3D, conoció al alemán en un viaje a Santa Marta en 2013, quien luego de conquistarla por casi un año y ofrecerle una oportunidad laboral en Alemania empezó a maltratarla.

“Ya cuando llega allí empiezan los abusos psicológicos y físicos, la violaba constantemente, la agredía, le quitaba la comida, entró en su juego psicótico”, dijo Lucía Urrea, madre de mujer violentada.

La madre de Laura supo de la situación de su hija y viajó por tres meses a Alemania donde fue testigo de cómo el alemán le retuvo los documentos a la joven, la privó de comunicarse, a menos que él estuviera presente y la obligó a casarse en 2015. Producto de una violación, según cuenta, quedó embarazada.

Incluso, asegura que Laura fue obligada a trabajar vendiendo periódicos cuatro días después del parto.

“La situación de dejarla sin alimento es que era de semanas y luego cuando le daba de comer le daba una olla completa con pasta y la obligaba a que se comiera todo ahí para que se sintiera agradecida”, contó Liliana Díaz, amiga de Laura.

En 2017, Laura logró llegar a una casa de asistencia a mujeres luego de escapar de su esposo, que inclusive le hizo creer que era autista. Tiempo después puso la denuncia ante el Gobierno Alemán por maltrato y abuso sexual, pero el caso no prosperó, como tampoco pedir ayuda al Gobierno Colombiano.

“Me comunican con el embajador en Alemania y me dice: ‘su hija debió haber pensado con quién se iba a meter porque estos tipos son así, nosotros no tenemos presupuesto y aconsejo que vaya una iglesia y pida ayuda’”, aseguró la mamá.

Según la familia, la corte alemana no ha permitido que se presenten pruebas y testigos. Mientras tanto el hombre que pretende la custodia de la menor, por ley, empezará a verla los fines de semana.

Ante el silencio de los dos Gobiernos, familia y amigos de Laura, que hoy se encuentra a una hora de distancia de su agresor, en un apartamento en Münster, subsidiado por el Gobierno, promueven el caso a través de redes sociales con el hashtag #sos_ela, pidiendo legalizar la ciudadanía de la menor en Colombia y así levantar la medida cautelar que le impide a Laura sacar a su hija de Alemania.

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