Ser parte de #eurekaTuCanal es también sacarle tiempo a los temas importantes. Esa es la razón por la que este mes llega a nuestra pantalla nuevamente Niñas promedio, una serie que te pondrá a reflexionar.

  • Elisa: Está en bachillerato, tiene un padre violento y una madre sometida. Fue violada en su colegio por sus compañeros.
  • Renata: Su padre está ausente, vive con su madre y su padrastro quien la embaraza.
  • Susana: Viene de un hogar humilde, tiene 12 años, vive con presiones económicas por lo que decide hacer favores sexuales a sus compañeros de colegio.
  • Mariel: Vive sola con todas las comodidades económicas, sus padres tienen una relación difícil, tiene dudas sobre su sexualidad y su novio la embaraza.

Cuatro chicas mexicanas de diferentes orígenes que van al mismo colegio, que fácilmente se podrían llamar María en Colombia o Juliana en Argentina, o en cualquier otra parte del mundo. Ellas cuatro son la representación de una crisis tan constante y universal como urgente de tratar: el embarazo adolescente.

Niñas Promedio, la serie mexicana original del Canal Once, Cadena de Televisión Pública Mexicana que llegará a las pantallas de Capital y eureka, buscando herramientas que nos permita hablar sobre equidad de género, sobre la toma de decisiones informadas y el impacto de las mismas en su vida y su futuro.

La serie es una ficción que recoge casos reales alrededor del embarazo adolescente: la sexualidad, la violencia, las relaciones familiares y sociales, trata los temas, los expone claramente y hasta crudamente con un firme propósito: generar empatía sobre el problema y así crear conciencia.

Mafer Suárez, directora de la serie y realizadora de cine quien ha estado detrás del lente de series como Mujeres Asesinas en la versión mexicana, explica la serie como una manera de ser honestos con el problema, verlo a la cara con el dolor, la crudeza y el respeto necesario para entenderlo:

¿Cómo poder hablar de esto sin resultar tremendista y hablarlo a nivel humano, entendiendo que es una cuestión multicausal? Eso es Niñas promedio; una especie de narrativa en donde son cuatro personajes que van tejiendo sus historias con suspenso, con tensión, con enfrentamiento pero sobre todo que engancha a los espectadores hasta el final, y eso para mí ha sido un triunfo absoluto, cuenta Mafer desde México.

Niñas promedio se estrenó en 2018 a raíz de las alertas que se prendieron en México que ocupa el primer lugar en la región de OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en tasa de embarazo adolescente e infantil, y se desarrolló junto a la Secretaría de Educación Pública (SEP). Debido a la situación el canal público encontró en Mafer y su equipo la mejor forma de hacerle frente al problema.

México hoy sigue en el mismo lamentable ranking, hoy en 2021, hay 373 mil embarazos de niñas menores a 18 años. Colombia por su parte registra 26 mil casos, este año la tasa se ha aumentado en un 6 por ciento en parte por las consecuencias del confinamiento. Ver las cifras alarman a primera vista pero los números se vuelven paisaje. El objetivo de Mafer era ver la realidad detrás de esos números y verlos como vidas y futuros de chicas que se truncan, crear conciencia no solo en los jóvenes y en sus familias, sino en una sociedad que pone por debajo a la juventud y la niñez:

Hacer un documental pues iba a terminar un poco periodístico, no hay mucho estiramiento de posibilidades cuando se trata de abordarlo desde un punto de vista como de las ciencias sociales, estadística o de la ideología, la gente se desconecta aunque sea importante. Entonces nosotros dijimos “¿Por qué no hacemos una ficción?” “¡¿Cómo?!”.  La SEP tiene mucha documentación respecto a caso de embarazo adolescente incluso por zonas del país entonces pedimos la oportunidad de presentar la propuesta, compartan con nosotros la información para poder hablar de cosas que tengan arraigo a la realidad, que no sea algo que no tenga referencia concreta y comprobable con lo que está realmente ocurriendo.

Fue entonces cuando el equipo de guionistas empezó a trabajar y decidió que era mucho más rico no tener una protagonista sino cuatro, entendiendo que no distingue de clases sociales y que “no hay un motivo por el cual una menor de edad quede embarazada, hay muchos”.

Ampliamos el espectro, los personajes y tener representatividad de las diversas capas sociales de México e intentamos llegar empáticamente al auditorio. Al Canal como a la SEP les pareció padrísimo (chévere) y empezamos a aprobar el planteamiento. Lo primero era que pasara en una escuela, es muy importante porque ahí es donde surgen todo tipo de vínculos: emocionales, amistosos, sexuales, de todo tipo fuera del ámbito familiar. Ahí los jóvenes empiezan a experimentar, a comunicarse, a proponer, compartir sus influencias del momento.

La serie logra entre sus siete capítulos un lenguaje claro y contundente, cercano y real tanto en sus diálogos como en sus escenas que logra ser universal. La propuesta para Canal Once de carácter público era hacer un producto con propósito:

La negociación partió de la premisa para poder tener este tipo de producción en donde hubiera libertad en la ejecución de escenas difíciles y en el lenguaje en el que los chicos hablan. ¿Cuál es nuestro propósito? Pues llegar a los chavos y a las chavas, llegar a sus padres y crear empatía. ¿Cómo voy a crear empatía si lo que están viendo no les resuena por dentro, si lo que están viendo no lo sienten como propio? No hay manera.

Es un riesgo pero la dignidad y de los personajes y de los actores por lo que van a hacer es lo que va a primar en la ejecución. Yo estaba trabajando con chicos que en promedio tenían 16 años y no fue fácil. Hubo conversaciones con ellos y con sus padres para que comprendieran desde donde estábamos tratando de trabajar, para qué y para quienes.

Nosotros nos vamos a exponer emocionalmente haciendo una historia tan difícil como esta, pero tiene un propósito increíble que es decirle a los demás que los entendemos, que no están solos, que podemos hablar, que podemos dialogar, que tenemos que empezar por aceptar que el problema existe.

En Colombia, el ICBF informó recientemente que, en pocas y punzantes palabras, diariamente se reportan 46 casos de violencia contra menores el 72 % de los casos de violencia sexual ocurren en el hogar. Esto en números oficiales, la realidad, lo que no se ve y se calla puede ser muchísimo peor. La violencia contra las niñas y las mujeres es un problema infinito y normalizado. Para Mafer, esto es el resultado de una cadena de violencias:

Lo que ocurre en particular con el embarazo adolescente es la expresión de una cadena de violencias y de abuso sexual enorme, porque la mayoria de estos casos, son embarazos provocados por primos, padres, abuelos, vecinos, novios, gente cercana. El ámbito familiar y cercano es en donde se producen las cosas como en la serie. No es una institución o una ley exclusivamente  la que pueda empezar a modificar este panorama, es un replanteamiento mental de “¿por qué?, ¿por qué vas a abusar de una niña de 12 años?”

Al ser multicausal, la intención del remedio no puede ser en una sola línea, tendría que ser de toda la sociedad en su conjunto, a nivel educativo, familiar, emocional, incluso a nivel religioso. Es un delito humano y luego un delito legal. La vida de una niña que se embaraza es una vida truncada, su principal obligación va a estar con el bebé, y qué idea de vida puede tener una chica que la embarazan a los 13 años.

El problema del embarazo adolescente, con tantas complejidades, se enfoca en la mujer, si bien es cierto que es resultado de una desatención social, es la niña, la chica, que tiene que cargar con todo el peso, muchas veces en la inmadurez del cuerpo que biológicamente no está preparado para ser madre y que mentalmente está mucho más lejos de estarlo.
Es por eso que desde eureka y Capital este mes nos hemos centrado en las niñas y en su poder y sobre todo para crear conciencia sobre la importancia del cuidado y de impulsar un crecimiento sano, consciente y con futuro. Ante esto, surge una pregunta que todos nos deberíamos hacer ¿cómo podemos crear niñas que sean conscientes de su poder y de su importancia? Para Mafer, aunque no hay una fórmula mágica, sí hay herramientas esenciales:

Yo creo que la educación es muy importante, lo que hace es abrir la mente, una educación amplia, diversa, las chicas que se educan comienzan a tener sueños, dejar de temerle a verse haciendo lo que sea. El origen no es destino, he visto a mucha gente independientemente de donde vengan convertirse en lo que quieren.

El otro tema es tener ejemplos, los necesitamos, yo de niña quería ser Batman, no habían mujeres así, hoy si hay estímulos de personajes que son ejemplo que representan una idea de lo que uno pueda ser como mujer en todos los ámbitos de la vida: el deporte, arte, arquitectura, etc. Es fundamental además estudiar la historia de las mujeres y cómo el cuerpo femenino por sus características de reproducción genera cosas en el otro sexo. Nuestro problema social y político empieza por ahí, comenta Mafer.

El cuidado, la lógica y sensibilización son luces en medio del problema, por eso Mafer hace una invitación especial para que en Colombia veamos la serie en familia, para humanizar, aterrizar a la realidad, buscar justicia y verdad ante el embarazo adolescente:

Ver Niñas Promedio es permitirnos ver las cosas como son y de tener la oportunidad de comprender sin juzgar que el dolor de los demás es nuestro y saber que hay manera de remediarlo. Niñas Promedio no le tuvo miedo a la realidad sino a tratarla con respeto. Alertar a los padres y a los jóvenes sobre su realidad y su futuro en una sociedad que ha normalizado la violencia. Concluye la directora.

¿Cuándo y dónde ver Niñas promedio?

11 al 17 de abril

  • En TDT y canal 108 en ETB: lunes a domingo 10:00 p.m.
  • En la franja de eureka en Capital: lunes a domingo 10:00 p.m. 
  • Streaming en www.eurekatucanal.com

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