El congoleño Denis Mukwege y la iraquí Nadia Murad ganaron el Premio Nobel de Paz por "sus esfuerzos para terminar con el uso de la violencia sexual como arma de guerra y en conflictos armados", así lo indicó el Comité del Nobel Noruego.
Murad, de 25 años, fue una esclava sexual del grupo terrorista Daesh. Después de pasar tres meses en cautiverio, logró huir del grupo extremista y decidió hablar abiertamente sobre lo que había sufrido.
"En 2016, con solo 23 años, fue nombrada la primera Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas para la Dignidad de los Sobrevivientes de la Trata de Personas. Fue una de las cerca de 3.000 niñas y mujeres que han sufrido abusos sexuales como parte de la estrategia militar del Daesh que usaban ese tipo de violencia como un arma contra los yazidíes y otras minorías religiosas", manifestó el Comité.
Por su parte, Mukwege, médico de 63 años, ha pasado gran parte de su vida ayudando a las víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo.
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El Comité dijo sobre el ginecólogo congolés: "La justicia es asunto de todos. Ha dedicado su vida a defender a las víctimas de violencia sexual en tiempos de guerra. Murad es el testigo que cuenta de los abusos perpetrados contra ellas y contra otros".
"El Premio a la Paz de 2018 es el símbolo más importante y más unificador, tanto a nivel nacional como internacional, de la lucha para poner fin a la violencia sexual en la guerra y los conflictos armados", concluyó el Comité noruego.
Los miembros del Comité debían decidir quién de los 331 candidatos a ganar el Nobel de Paz eran el dignos merecedores del premio.
Tanto Murad como Mukwege habían sido galardonados con el premio Sajarov, “por la lucha más pura por la libertad de conciencia y por la supervivencia”. La iraquí los hizo en el 2016, mientras que el congolés lo obtuvo en el 2014.
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