Desde Caracas, el autoproclamado presidente interino de Venezuela, el diputado Juan Guaidó, arribó a la plaza Alfredo Sadel de la urbanización Las Mercedes, al sureste de la ciudad, para saludar a decenas de miles de seguidores que le esperaban luego de su regreso al país.

"Nos amenazaron con cárcel, con muerte, pero no va a ser a través de la persecución y la amenaza que nos van a detener", dijo desde una tarima dispuesta en la mencionada plaza.

Guaidó arribó en un vuelo comercial en horas del mediodía al aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, y pasó los controles regulares de ingreso al país. "Bienvenido, presidente", le habrían dicho los funcionarios de Migración, según lo que relató posteriormente. Sin embargo, existían rumores de una posible detención, por el incumplimiento de una orden de prohibición de salida del país.

Ernesto Machado, un hombre de 38 años que atendió este lunes de Carnaval el llamado que la noche anterior hizo Guaidó a través de las redes sociales, estaba seguro de que llegaría. "Si se meten con él, saben que el mundo nos apoya y van a venir con todo", dijo a la Agencia Anadolu desde la plaza Alfredo Sadel.

Machado y miles de caraqueños consideraron que las condiciones no estaban dadas para tomar vacaciones.

"No hay nada que celebrar. Estamos de luto activo. Nada más con la masacre del Santa Elena de Uairén, los pemones muertos, es suficiente", dijo a la Agencia Anadolu Marina Olivieri, una mujer de 54 años, quien dice que nunca dudó que el "arriesgado" Guaidó llegara a pocos metros de donde ella lo esperaba.

Guaidó los invitó a ellos y al resto de sus seguidores a mantenerse en las calles. Llamó a movilizaciones el próximo sábado 9 de marzo en todo el país. "Toda Venezuela vuelve a las calles para movilizarse en busca de su libertad", dijo el líder opositor.

Aunque para este martes de Carnaval se había anunciado otra actividad de calle, Guaidó anunció que tenía otra actividad en agenda: una reunión con sindicatos y trabajadores, desde la que se esperan importantes anuncios para los empleados públicos, hacia quienes Guaidó está enfocando su discurso desde anoche.

Sin embargo, el parlamentario no desaprovechó la oportunidad para enviar un nuevo mensaje a los integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB): "Detengan a los colectivos". Él y otros dirigentes de oposición consideran que los grupos de civiles armados, afectos al oficialismo, son los responsables de las muertes del fin de semana pasado, cuando intentaron pasar ayuda humanitaria al país.

Al respecto, Guaidó reiteró lo que ya había dicho la noche anterior: que insistirán para que los alimentos y medicinas que requieren los venezolanos, en la que se considera es una emergencia humanitaria compleja, entren a Venezuela.

Según las cifras que ha ofrecido en sus últimas declaraciones, unos 700 militares activos han cruzado a Colombia, desde el fronterizo estado venezolano de Táchira, para ponerse "del lado del pueblo". Según los números que maneja, la cantidad representa el 20% de los uniformados que hay en esa entidad territorial. "El 80% restante también lo hará", aseguró Guaidó.

Vía Anadolu.

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