El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que el gobierno del alcalde Enrique Peñalosa presentó a la Concejo de Bogotá busca que la ciudad sea cercana, compacta y densa, es decir, que todos los ciudadanos tengan a la mano todos los servicios, lo que evitaría desplazamientos y gastos en movilidad.
“Bogotá ha dejado de ser una ciudad zonificada, es decir, con grandes sectores residenciales, en donde el único uso es viviendas, a grandes zonas de servicios u oficinas. De manera que el plan de ordenamiento tiene que entrar a regular esa realidad, la de una ciudad con altísimo nivel de mezcla de usos”, dijo Verónica Ardila, directora Norma Urbana de la Secretaría Distrital de Planeación.
Y es que durante años Bogotá ha venido buscando esa densificación con el fin de evitar largos desplazamientos y lograr eso que llamamos calidad de vida.
Menos tiempo en el servicio público para los padres, menos inversión en movilidad para los ciudadanos, menos uso del carro particular y menos contaminación para la ciudad, esos serían los beneficios de una ciudad que tenga un uso mixto y responsable del suelo.
“La mezcla de uso es buena. Una ciudad sana siempre busca una mezcla de usos importante en el sentido en que, cuando hay cercanía de servicios o de uso del suelo, las distancias que tienen que generar los ciudadanos son mucho menores porque todo lo tienen más cerca. Lo que planteamos es sí a la mezcla de usos pero de manera responsable [...]”, recalcó Verónica Ardila.
El POT propone una mezcla responsable del uso del suelo, es decir, que las actividades económicas puedan vivir armónicamente con los usos residenciales, solo así la ciudad podrá ser pensada sosteniblemente.
Por: Andrea Olano
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