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¿Algo más temible que el desplazamiento forzoso? Sí: el olvido del Estado
Según Naciones Unidas, “los conflictos, la inseguridad, las instituciones débiles y el acceso limitado a la justicia continúan suponiendo una grave amenaza para el desarrollo sostenible”, ¿por qué? Los gobiernos gastan todos sus esfuerzos en terminar con la violencia interna y no en promover la innovación sostenible, además, el conflicto y las guerras vulneran los derechos humanos básicos de los afectados, lo que evita mejorar su calidad de vida.
Por eso, 193 países se unieron para crear un Objetivo de Desarrollo Sostenible que promoviera la paz, justicia y la creación de instituciones sólidas, con el fin de proteger derechos humanos y generar contextos sanos para las próximas generaciones.
Sin embargo, es una de las metas más difíciles de cumplir, pues, la ACNUR sostiene que en el 2018 más de 70 millones de personas huyeron de sus hogares por conflictos, guerras y persecuciones. Aún nos queda mucho trabajo por hacer.
Para no ir muy lejos, hablemos de Colombia, pues una de las problemáticas internas que genera mayor vulneración de derechos es el desplazamiento forzoso, el cual hace que miles de personas al año tengan que abandonar sus casas y huir de su territorio para salvar su vida, ya sea por amenazas o por combates que no los tienen a ellos como protagonistas. Y lo más preocupante es que la mayoría de veces viven este proceso sin ayuda o acompañamiento de instituciones sólidas.
Imagínate lo que una persona puede sentir en una noche que la levanten con gritos y le digan que si no se va en pocas horas ella y su familia serán asesinados. Esta persona seguramente huirá sin un plan, un refugio o alguna ayuda, dejando todo lo que alguna vez construyó, sin saber a dónde ir, con una única misión, salvar su vida y la integridad de su familia.
Días después de una larga caminata llega a una ciudad, no la conoce, pero sabe que ahora será su hogar, así que debe comenzar a buscar trabajo, conseguir un techo para pasar las siguientes noches y empezar de nuevo una vida que ya tenía hecha.
Todos los días va a buscar ayudas de las instituciones del Estado, pero todos los procesos son demorados, se retrasan, le piden papeles, muchos de ellos los dejó en su antiguo lugar de residencia, se lo ponen más difícil, ¿quién la ayuda entonces? ¿No habría sido mejor que este procedimiento lo hiciera acompañado de autoridades que la guiaran en cada paso? Incluso, ¿no habría sido mejor que ni siquiera hubiera tenido que abandonar su casa a causa de un conflicto que no es culpa suya?
Pues, justamente esto es lo que se plantea este Objetivo de Desarrollo Sostenible, que, en un principio, no haya guerras, nadie tenga que huir, y si eso pasa, que existan instituciones sólidas que hagan el proceso de reparación suficiente a las personas que sufren esta problemática.
¿Qué podemos hacer entonces todos como sociedad para evitar que estas situaciones se reproduzcan una y otra vez? Lo primero es dejar la indiferencia, ponernos siempre en los zapatos del otro y motivar a las autoridades competentes para que se apropien de estos casos y los resuelvan.
Es verdad, la pandemia del COVID-19 hará que muchos de los esfuerzos que se destinaron para esas problemáticas ahora tengan otro enfoque, pero ahora todos debemos unirnos para lograr de nuevo los pequeños avances que se habían alcanzado.
Si quieres conocer más sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible no te pierdas nuestras series documentales reINVENTARSE y Consensos Mínimos por Capital.
Disfruta de los capítulos y los podcasts estas dos producciones en las siguientes lista de reproducción de YouTube: