María, el segundo gran huracán que azota el Caribe este mes, tocó tierra cerca de Yabucoa, un municipio oriental de la isla, con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora (kph). Arrancó techos a varios edificios y convirtió a calles de las zonas bajas en potentes ríos que arrastraban escombros.

Según medios locales, varios ríos salieron de su cauce y los fortísimos vientos derribaban árboles y dañaban viviendas y construcciones, incluidos varios hospitales. Los 3,4 millones de habitantes de Puerto Rico estaban sin suministro eléctrico, según el diario El Nuevo Día.

"Cuando podamos salir vamos a encontrar a nuestra isla destruida", dijo Abner Gómez, director de la agencia de manejo de emergencias local, citado por el diario El Nuevo Día. "Es un sistema que ha destruido todo a su paso", agregó.

El poder destructivo del huracán obligó a miles de personas a buscar refugio en albergues.

"Resiste Puerto Rico - Dios está con nosotros; somos más fuerte que cualquier huracán. Juntos nos vamos a levantar", escribió el gobernador Ricardo Rosselló en su cuenta de Twitter.

A las 18:00 GMT, el centro de María estaba ubicado al norte de la isla, informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos. Como se esperaba, al moverse por terreno montañoso perdió fuerza pero seguía siendo un huracán Categoría 3 con vientos máximos sostenidos de 185 kph.

Maria provocó la muerte de al menos siete personas en la isla de Dominica, dijeron funcionarios del Gobierno, además de otras dos en el territorio francés de Guadalupe.

Los edificios temblaban al paso de la tormenta. Ventanas quebradas, toldos y canaletas destrozadas colgaban o caían arrancados por completo. En los inodoros burbujeaba el agua y emanaban gases nauseabundos porque el huracán sacudía los sistemas de alcantarillado.

Hace apenas pocos días, el huracán Irma, uno de los más poderosos del Atlántico de los que se tiene registro, ya había dejado una estela de destrucción en varias islas caribeñas, Cuba y los Cayos de Florida. Al menos 84 personas murieron en el Caribe y Estados Unidos.

El CNH pronosticó que María descargaría unos 660 milímetros de lluvias en partes de la isla y desataría marejadas de hasta 2,7 metros. Las intensas precipitaciones podrían provocar deslaves e inundaciones, añadió el reporte.

"Esta es una catástrofe", dijo Madeline Morales, de 62 años, una vendedora de San Juan que abandonó su hogar en la costa para buscar refugio en una zona más alta.

Los pronósticos apuntan a que María será el huracán más intenso que azota Puerto Rico desde 1928, cuando el huracán San Felipe Segundo dejó al menos 300 muertos, dijo el servicio nacional de meteorología.

Antes de llegar a Puerto Rico, María pasó por el oeste de Santa Cruz, hogar de casi la mitad de los 103.000 residentes de las Islas Vírgenes, como un huracán de categoría 5, el nivel más alto de la escala Saffir-Simpson.

Su pared externa azotó la isla con vientos sostenidos de 145 kph, dijo el CNH. Entre el 65 y el 70 por ciento de las construcciones tenían daños por las tormentas, dijo Holland Redfield, senador estadounidense que representa a las Islas Vírgenes.

María pasará por el norte de la costa noreste de República Dominicana el miércoles más tarde, dijo el CNH. Es poco probable que el huracán sea una amenaza para el territorio continental de Estados Unidos.

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