Contrario a lo que muchos piensan, las semanas empiezan el domingo y no el lunes y por eso, con este Domingo de Ramos comienza oficialmente la llamada semana mayor o Semana Santa. Desde el Miércoles de Ceniza, celebrado este año el 6 de marzo, han transcurrido 40 días, tiempo llamado Cuaresma, en el cual los católicos preparan la conmemoración del sacrificio de Jesucristo como salvador y su triunfo sobre la muerte, es decir la resurrección.

Este domingo, recuerda la narración de los cuatro evangelios (Marcos 11 , 1-11, Mateo 21, 1-11, Lucas 19, 28-40, Juan 12, 12-19) mostrando el tributo que el pueblo de Jerusalén rinde a Jesús cuando llega a la ciudad.

Narran los evangelistas que antes de entrar, ubican un burro de corta edad sobre el cual Jesús monta y que la reacción de la gente es tenderle mantos y ramas de plantas en el camino que va a seguir; a su paso lo alaban reconociéndolo como “el que viene en nombre del Señor”, expresión del rey David en el capítulo 118 de su libro de Salmos.

Para conmemorar este momento, la tradición implica que sobre el mediodía los fieles se reúnen con palmas y caminan hacia el templo, tras el sacerdote y algunos acólitos que llevan cruz, ciriales e incensario, mientras rezan el rosario.

Al llegar a la entrada recuerdan el pasaje bíblico del día, que para este año 2019 es el de Lucas. Luego, el sacerdote bendice las plantas asperjando agua bendita e ingresan al templo en medio de cantos que destacan a Cristo Rey.

Todo esto recuerda la costumbre de los pueblos antiguos que, tras grandes batallas de sus mandatarios, salían a recibirlos cuando regresaban a casa. Con ovaciones, con ramas de olivos y flores que les lanzaban reconocían el esfuerzo que acababan de realizar.

La ceremonia del Domingo de Ramos continúa sin los ritos del acto penitencial de comienzo tradicional de la Eucaristía, sino que pasan a las lecturas del día (Isaías 50: 4-7, Salmos 21 y Filipenses 2: 6-11).

Luego viene la detallada lectura de la Pasión según San Lucas (este año), que en general es leída por un narrador que le da paso a las palabras de Jesús, personificado por el sacerdote, y a otro narrador que retoma las palabras de los demás personajes y del pueblo en general.

Cuando la lectura cuenta que Jesús murió en la cruz hay una pausa y de rodillas y en silencio todos meditan. Luego de finalizar el evangelio viene el sermón que analiza y trae a la actualidad la conmemoración del día y continúa la misa con la liturgia de la eucaristía que incluye la consagración de pan y vino y la comunión.

En las misas que no están programadas al mediodía, no hay procesión y quienes hayan llevado sus plantas o sus ramos reciben la bendición al finalizar la comunión.

Conviene recordar la campaña de las autoridades ambientales de mantener la celebración sin causar daños ecológicos, porque tradicionalmente en Colombia esta fecha acude a usar especies de palmas que están en peligro de extinción.

Terminado el Domingo de Ramos, las siguientes celebraciones tienen lugar en el llamado triduo pascual: Jueves, Viernes y Sábado Santos, para llegar al Domingo de Resurrección y comenzar el tiempo de Pascua, cuando toma sentido el cristianismo.

Por: Javier Giraldo Acosta

Para ver todas las noticias de Bogotá visite www.conexioncapital.co. Encuéntrenos también en Facebook como Canal Capital.