Gracias a las comunidades étnicas llegó un nuevo modelo de educación que rechaza las corrientes racistas que se les enseña a los niños y niñas en algunos colegios, incluso en las clases de historia con la llegada de los colonos a América.

Lee también: Bogotá y su historia | Mesa Capital

La etnoeducación es una forma antirracista de enseñar, es la posibilidad de mostrar los saberes de cada población étnica y de compartirla con todas las personas, para así dar a conocer su historia y sus conocimientos, además que logra que la enseñanza no esté centralizada. 

En La Pata que le falta a la Mesa llegaron tres docentes, uno de ellos pisó Bogotá en 1990 y entró a trabajar con el Distrito, y desde ahí enseñó en los colegios públicos de una forma disruptiva.

“Conozco de manera formal la cátedra y eso me brinda la posibilidad de darle a conocer a los niños esa otra historia, otros saberes que necesitan y eso es lo que nos permite la etnoeducación”, expresó Jenner Parra Romaña, docente del Colegio San Rafael.

¿Cuáles son los beneficios de la etnoeducación?

“Las comunidades indígenas y afrocolombianas emprenden una búsqueda de una educación pertinente, una educación que respete sus valores y les devuelva la humanidad que tenían antes de la conquista española; porque el sistema educativo nacional les quitó a esos grupos la humanidad que les sometió una educación homogeneizante”, dijo Fanny Quiñones, docente y consultiva distrital.

Las ciudades como Bogotá son diversas y requieren de una educación intercultural para incentivar una sociedad participante, así surgieron las ideas de cambiar el modelo educativo actual.

“Los sistemas educativos en América Latina y en Colombia están en proceso de transformación y lo tienen que hacer y creo que la Secretaría de Educación en Bogotá está en ese camino”, indicó el docente y sociólogo, Jaime Collazos Palco.

Para esto se requiere voluntad política e investigación, además de empapar a las instituciones, de cara a la etnoeducación.

De acuerdo con los tres docentes expertos, las otras formas de pensar la escuela deben permear a todo el sistema y comenzar por los maestros, quienes dejarían atrás las clases magistrales.

“Tenemos que mirar cómo está el lugar del maestro, la etnoeducación posibilita que la figura del profesor rígido cambie, porque en ese modelo se reconoce al estudiante como un ser con conocimientos y unas historias que se pueden intercambiar en las clases”, mencionó Fanny Quiñones, docente y consultiva distrital.

Leer también: ¿Quién es la nueva consejera presidencial para la Equidad de la Mujer?

La etnoeducación permite que los pueblos afros, palenqueros y raizales puedan ser visibilizados dentro de su contexto y a partir de su cosmovisión.

 

Para ver todas las noticias de Bogotá visite www.conexioncapital.co. Encuéntrenos también en Facebook como Canal Capital.